El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha impuesto una sanción de 9.015 euros a la empresa que gestionaba la perrera de Mataró (Barcelona) por el uso de métodos crueles para sacrificar a los animales, como la cámara de gas.
Los hechos se descubrieron a finales de 1999 por una denuncia presentada por la Asociación para la Defensa de los Derechos de los Animales (ADDA), que hizo público un vídeo filmado con una cámara oculta en el que se mostraban los sacrificios de animales en la perrera. Según ADDA, se empleaban métodos «crueles» para el sacrificio, como la cámara de gas.
La empresa alegó entonces que los sacrificios eran efectuados por un veterinario colegiado mediante eutanasia con administración previa de productos sedantes. No obstante, el TSJC considera que está acreditado «el sacrificio de animales mediante malos tratos al utilizar métodos que no garantizan el mínimo sufrimiento» y que no provocan una pérdida de consciencia inmediata.
