El Día Mundial del Medio Ambiente alerta de las amenazas que se ciernen sobre las zonas desérticas

En los desiertos del planeta viven 500 millones de personas, muchas más de lo que se creía
Por EROSKI Consumer 5 de junio de 2006

El calentamiento global amenaza también a los desiertos. Por eso, el Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra hoy, quiere alertar de éste y otros peligros que se ciernen sobre estas zonas. Con motivo de esta jornada, el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) presentó ayer el estudio «La perspectiva global de los desiertos», que analiza los cambios y riesgos que afrontan las zonas más áridas del planeta.

Andrew Warren, uno de los autores de la investigación y profesor de Geografía del Colegio Universitario de Londres, advierte de que los desiertos están más amenazados que nunca. «Nos arriesgamos a perder no sólo impresionantes paisajes y culturas antiguas, sino también algunas especies salvajes increíbles», señala.

El incremento de temperatura detectado en los desiertos es mucho mayor que el aumento medio mundial

Según el estudio, casi una cuarta parte de la superficie terrestre de la Tierra -unos 33,7 millones de kilómetros cuadrados- se ha definido como desierto. «Esos desiertos están habitados por unos 500 millones de personas, muchas más de lo que se pensaba previamente», apunta el documento.

Entre las amenazas que ponen en peligro los desiertos y sus comunidades, el informe del PNUMA destaca el cambio climático por la emisión de gases de efecto invernadero, que han provocado ya un aumento de la temperatura en estas regiones de «entre 0,5 y dos grados centígrados».

Este incremento ha sido «mucho mayor que el aumento medio mundial de 0,45 grados centígrados», lo que ha provocado una notable disminución de las lluvias en desiertos como el de Kalahari (Sudáfrica) y Atacama (Chile).

Protección durante el Mundial 2006

El PNUMA presentó ayer en Alemania una estrategia para la protección del entorno medioambiental durante el Mundial 2006, que comenzará el próximo 9 de junio hasta el 9 de julio, cuando se celebre la final en Berlín.

Parte de esta campaña, elaborada en colaboración con las autoridades alemanas, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) y los patrocinadores del evento, se centrará en la sensibilización de los asistentes al evento deportivo, con proyecciones de mensajes de protección medioambiental en las pantallas gigantes de cada estadio donde se jueguen los distintos partidos, antes de su comienzo.

Para contrarrestar la emisión de 100.000 toneladas de dióxido de carbono que resultarían del transporte requerido para el campeonato, el programa elaboró un plan que proveerá vehículos públicos gratuitos con servicio local en las ciudades sede durante las 24 horas del día.

Además, los estadios cuentan con esquemas de ahorro de energía eléctrica y baños con consumo mínimo de agua. Asimismo, se fomentará el uso de vasos reciclables para los asistentes a los partidos.

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