El «Hespérides» analizará la estabilidad del fondo marino donde permanece el «Prestige»

Este buque acaba de terminar su duodécima campaña antártica
Por EROSKI Consumer 25 de abril de 2003

El buque oceanográfico «Hespérides» se trasladará en fechas próximas hasta la costa gallega donde se encargará de analizar la estabilidad del fondo marino donde permanece hundido el «Prestige». El «Hespérides» atracó ayer en su base del puerto murciano de Cartagena una vez concluida su duodécima campaña antártica.

Según explicó el secretario general de Política Científica del Ministerio de Ciencia y Tecnología, Gonzalo León, tras varios días de descanso en el arsenal de Cartagena, el buque partirá de nuevo para desarrollar una nueva campaña en aguas Canarias. Después se trasladará hasta Galicia. Aunque el Ministerio aún debe concretar cuál será la labor del «Hespérides» en la zona en la que se encuentra el «Prestige», todo parece indicar que se encargará de determinar la estabilidad del fondo marino en el que descansa desde el pasado mes de noviembre el petrolero.

«La labor del buque será determinar la estabilidad del terreno en la zona del hundimiento del pecio para comprobar si se puede mover o no», señaló León, quien desmarcó esta actuación de la posibilidad de que sirva para hacer un sarcófago que evite que el fuel siga saliendo del «Prestige» al asegurar que «para llevar a cabo cualquier acción en el buque es necesario saber cómo es el fondo en el que se asienta».

Seis meses de travesía

El «Hespérides» regresó ayer de una singladura de seis meses en aguas de los océanos Atlántico, Antártico y Pacífico, y en el Mar Caribe. El buque, cuya travesía comenzó en el océano Atlántico, arrancó su largo viaje con dos actividades científicas. La primera fue llevada a cabo por los expertos del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo que se encontraban a bordo del barco. Ellos se encargaron de realizar unas mediciones sistemáticas de la concentración parcial de dióxido de carbono (CO2) en el mar y en la atmósfera, con el fin de averiguar el papel que juega el océano en el intercambio de los llamados gases de efecto invernadero.

El segundo proyecto, que se realizó en aguas del continente helado, consistió en tomar medidas de distintos parámetros hidrográficos de la capa superficial del océano.

Tras completar las labores de apoyo logístico a las bases españolas Juan Carlos I y Gabriel de Castilla, situadas en las islas Livingston y Decepción, respectivamente, se llevó a cabo otra campaña de gran magnitud encabezada por los investigadores del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona. Estos expertos analizaron los efectos de los pequeños cambios de temperatura que experimentan los organismos planctónicos antárticos y su posible efecto en el intercambio de dióxido de carbono entre la atmósfera y el océano.

Posteriormente, se abordó la campaña BREDDIES, cuyo objetivo global fue la identificación y definición del acoplamiento físico-biológico asociado a los remolinos y meandros oceánicos de 30 kilómetros de diámetro en la parte central del Estrecho de Bransfield, en la Antártida. Bajo la dirección de expertos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el grupo de investigadores consiguió hacer un muestreo exhaustivo de la región, nunca antes realizado.

El buque finalizó su andadura en aguas del Mar Caribe. Allí, expertos del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo continuaron su labor de toma de medidas para analizar la concentración parcial de CO2.

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