La producción y consumo de productos ecológicos continúa en aumento en España a pesar de la crisis. El director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), Fernando Burgaz, ofrece los últimos datos disponibles de su institución. España es uno de los países con mayor superficie dedicada a producción ecológica del mundo. Sin embargo, sus productos son más consumidos en otros países. Burgaz explica también las medidas que su Ministerio ha tomado para reducir el desperdicio de alimentos, y valora la Política Agraria Común (PAC).
La producción ecológica contribuye al desarrollo rural, a conservar el medio ambiente, y ofrece alimentos de gran calidad. También supone una fuente de empleo verde. Su fuerte crecimiento en nuestro país en los últimos veinte años enlaza con la creciente demanda social de sostenibilidad y las nuevas políticas de la Unión Europea (UE).
“La producción ecológica contribuye al desarrollo rural, a conservar el medio ambiente, y ofrece alimentos de gran calidad”Según los últimos datos disponibles, de 2011, la producción ecológica generó un saldo comercial positivo de 296 millones de euros: el valor de las exportaciones se ha estimado en torno a los 515 millones de euros, frente a 219 millones de euros de las importaciones.
Una de sus ventajas principales es su gran diversidad: está presente en todas las comunidades autónomas y tiene cultivos de temporada muy competitivos, en especial los hortofrutícolas. Además, encaja en gran manera con los sistemas agrarios extensivos tradicionales del agro español. Supone, además, un gran potencial para la ganadería ecológica.
La producción ecológica española tiene varios desafíos:
- El aumento del consumo interno, emergente pero todavía asimétrico en comparación con el exterior. De ahí el esfuerzo de información al consumidor y de caracterización del propio sector.
- Hay que separar de forma clara el concepto real de producto ecológico de otros conceptos. A veces se consideran próximos pero generan confusión en la compra.
- El precio medio del producto ecológico es todavía elevado respecto al convencional. En el contexto actual, donde el precio es un factor decisivo de compra, es necesario analizar en profundidad la cadena de valor para detectar posibles disfunciones, y comunicar al consumidor los valores añadidos y las características del método de producción. No obstante, el Panel de consumo alimentario en España indica que en algunos productos, como las frutas y las hortalizas, la diferencia de precios no es significativa, aunque sí lo es en el aceite de oliva o los huevos.
- Tiene que mejorar su presencia en todos los canales de comercialización. La oferta debe crecer en variedad de acuerdo a la dieta española. El 83% del valor de la producción ecológica española es de origen vegetal, y solo el 17% de origen animal.
“El gasto en productos ecológicos en España ha crecido un 6,6% entre 2009 y 2011, aunque entre 2006 y 2009 subió un 31,2%”De los 454 millones de euros de las exportaciones de 2009 se ha pasado a 506 millones de euros en 2011, con un crecimiento del 11,5%. El porcentaje del gasto ecológico sobre el total en España estaba en torno al 1%, y un consumo per cápita de 20 euros por habitante y año. Al compararlo con los países de más consumo de productos ecológicos, se notan las diferencias: Dinamarca, con un 7,2% y 142 euros, o Suiza con un 5,7% y 153 euros. En Alemania, adonde se dirige el 20% de las exportaciones españolas, es el 3,5% y 74 euros. Nuestro valor final del mercado interior es de unos 965 millones de euros. En Alemania llegan a los 6.600 millones de euros, a los 4.000 millones de euros en Francia o a los 1.700 millones de euros en el Reino Unido.
El gasto en productos ecológicos en España ha crecido un 6,6% entre 2009 y 2011, aunque entre 2006 y 2009 subió un 31,2%. La evolución del consumo de estos productos aumenta año tras año, pero todavía es minoritario. Su valor del mercado interior ha evolucionado desde los 250 millones de euros en el año 2000 (el 0,25% sobre el gasto total de los españoles en alimentación y bebidas) a los 965 millones de euros en 2011 (el 1% del gasto total).
En 2011, España tenía 1.845.039 hectáreas (ha) de superficie inscrita, un incremento del 11,76% respecto al año anterior. Destacan los bosques, pastos y praderas. De este total, 1.139.059 ha constituyen la base para la ganadería ecológica. La superficie ecológica cultivada ascendió a 710.980 ha, un 17,68% más que en el año anterior.
España es el país de la UE con la mayor superficie inscrita en producción ecológica, por delante de Italia y Alemania, y uno de los primeros del mundo. Por número de productores, ocupamos un segundo puesto después de Italia; y por número de elaboradores, el cuarto puesto, tras Alemania, Francia e Italia. Nuestro país, con un valor de 515 millones de euros, es el tercer exportador de la UE, después de Italia y Países Bajos, y el quinto país de la UE por valor de sus importaciones (219 millones de euros en 2011).
Destacan los cereales con 178.061 ha, con un incremento del 7,21% respecto al año anterior. Sigue en importancia el olivar, con 168.619 ha y un incremento del 33,48%, los frutos secos con 96.990 ha y la vid con 70.016 ha. En ganadería ecológica se contabilizaron 6.074 explotaciones y un incremento del 20,97%. Destacan las 2.983 instalaciones de vacuno, con 175.743 cabezas, seguidas de las 1.730 explotaciones de ovino y 614.413 cabezas, y de las 604 de caprino, con 57.996 cabezas.
“Los productos ecológicos no son menos seguros que los convencionales”El número total de operadores en producción ecológica con NIF o CIF ascendió a 32.837, un incremento del 18,23% respecto a 2010. Andalucía es la comunidad autónoma con mayor peso y actividad en superficie inscrita y número de operadores, seguida de Castilla La Mancha. Destaca también el peso de Cataluña y Extremadura. Los establecimientos industriales ecológicos ascendieron a 3.697, un incremento del 11,12%. Destacan las 3.034 industrias relacionadas con la producción vegetal, frente a las 663 de producción animal. Entre las primeras, las más numerosas son las 514 empresas de manipulación y envasado de productos hortofrutícolas frescos, las 511 bodegas y envasadoras de vino y las 367 almazaras y envasadoras de aceite. En cuanto a las de producción animal, destacan las 133 envasadoras de miel, los 154 mataderos y salas de despiece y las 101 industrias de la leche, quesos y derivados lácteos.
Sí, y no son menos seguros que los convencionales. Además de su normativa específica, deben someterse a todos los controles de la normativa de seguridad para toda la producción de alimentos.
Su finalidad es fomentar la transparencia, el diálogo y la coordinación entre los agentes de la cadena alimentaria y las administraciones públicas, y desarrollar actuaciones comunes para un cambio real en las actitudes, procedimientos de trabajo y gestión de todos. Se llevarán a cabo las siguientes actuaciones:
- Realizar estudios para conocer el cuánto, cómo, dónde y porqué de las pérdidas y desperdicio de alimentos.
- Trabajar en el diseño de indicadores de evaluación.
- Divulgar y promover buenas prácticas y acciones de sensibilización; elaborar y difundir guías de buenas prácticas entre agentes económicos; y desarrollar campañas de información dirigidas a consumidores y restauración.
- Analizar y revisar aspectos normativos.
- Promover la colaboración institucional de cara a una posible revisión de las normas aplicables al sector y acuerdos de cumplimiento voluntario.
- Colaborar con otros agentes.
- Desarrollar la colaboración con los bancos de alimentos y otras entidades benéficas.
- Fomentar los canales cortos de comercialización, las auditorias sectoriales o de empresas y el diseño y desarrollo de nuevas tecnologías.
La PAC se ha adaptado desde su creación a las necesidades cambiantes de Europa y sus socios. Nada tiene que ver la situación de partida, derivada de unas condiciones de postguerra en numerosos países, con la actual sociedad europea, que prima la calidad y la concienciación ambiental. A esta coyuntura trata de dar respuesta la reforma.
Probablemente haya más de un camino, pero siempre pasará por el estricto respeto al marco normativo de la UE. La producción ecológica es una herramienta muy importante, porque contribuye a proteger el medio ambiente y la biodiversidad.
