Greenpeace alerta de una posible fuga radiactiva en Garoña

La central ha reducido su potencia a la mitad desde la madrugada del sábado
Por EROSKI Consumer 11 de mayo de 2009

La rotura de un elemento del combustible nuclear en la central nuclear de Garoña (Burgos) ha provocado que ésta haya tenido que reducir su potencia a la mitad desde la madrugada del sábado, según ha alertado Greenpeace. La rebaja de la potencia ha sido confirmada por Red Eléctrica.

Según la organización ecologista, la Sala de Emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) no ha confirmado ni desmentido el suceso, sino que se ha limitado ha declarar que Garoña estaba llevando a cabo reestructuraciones de las barras de control. «Casualmente, éste es el proceso habitual en caso de fuga para tratar de encontrar cuál es la varilla (o varillas) de combustible que sufre la fuga», apunta Greenpeace.

Garoña ha registrado nueve accidentes en su seguridad en lo que va de año

La ONG conservacionista explica que un fallo de ese tipo supone un problema grave de seguridad, al afectar al combustible nuclear que alberga la vasija del reactor, que es el «corazón» de la central. «En estos elementos tienen lugar las reacciones de fisión nuclear, que generan gran cantidad de radiactividad. Una rotura o anomalía provoca un aumento de liberación de radiactividad al circuito primario, que finalmente puede redundar en un incremento de los niveles de radiactividad emitidos al medio ambiente exterior», comenta.

El 11 de diciembre de 2006 se produjo un accidente similar. El incremento que se produjo entonces en los niveles de radiación en el circuito primario, debido a las pérdidas anómalas de radiactividad del elemento de combustible dañado, fue la causa por la que Nuclenor, empresa responsable de Garoña, tuvo que adelantar la parada de recarga de 2007. «A pesar de que Nuclenor apantalló el elemento de combustible roto, para tratar de minimizar la liberación de radiactividad al circuito primario, ésta se siguió produciendo sin remedio», afirma Greenpeace.

En lo que va de año, Garoña ha registrado nueve accidentes en su seguridad, contando con este último. Ante este cúmulo de fallos, Greenpeace pide al Gobierno que no demore por más tiempo la decisión de cerrar definitivamente la central en julio de 2009, cuando acaba su permiso de explotación.

Aportación «marginal»

Otro de los motivos por el que los ecologistas piden el cierre de la planta burgalesa es que su aportación al sistema eléctrico «es marginal»: 4.021 gigavatios hora (Gwh) en el año 2008, lo que representa sólo el 1,43% sobre el total de generación neta de electricidad de ese año (que fue de 279.868 Gwh), afirma Ecologistas en Acción.

Sólo la energía eólica produjo un 11% de la electricidad en 2008. La contribución de las renovables en 2007 (último año con datos completamente desglosados por parte de Red Eléctrica) fue de 62.081 GWh, un 9,61% superior a la del año anterior (5.969 GWh más).

La planta burgalesa aportó en 2008 al sistema eléctrico tan sólo 4.021 gigavatios hora

«Simplemente esos 5.969 GWh de incremento de la producción de electricidad renovable en 2007 con respecto al 2006 suponen casi el doble de la aportación anual de Garoña ese año», señala Ecologistas. «Es más, España exportó en 2008 una cantidad de electricidad equivalente a la producida por tres centrales nucleares como la de Garoña», añade la organización.

Mientras tanto, el CSN sigue sin pronunciarse sobre la posible fuga. Por su parte, los responsables de la central dicen que investigan «un ligero aumento» de la actividad en el interior del núcleo.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube