Greenpeace España ha denunciado que la mayoría de los almacenes dedicados a la venta de madera de Mallorca ofertan madera procedente de empresas implicadas en casos de ilegalidad, principalmente de Costa de Marfil y Camerún. En el informe «Cómplices de la Destrucción», presentado hoy por esta organización ecologista, se acusa al mercado maderero mallorquín de contribuir a la destrucción social y ambiental de los Bosques Tropicales Africanos.
Según este informe, en 2001 Baleares importó de países africanos 465 toneladas de madera en bruto y 7.874 toneladas de madera aserrada. Estas cantidades suponen el 33% de la madera en bruto, el 25% de la madera aserrada y el 96% de la chapa y contrachapa del total de madera que llega a los puestos de las Islas Baleares. En este sentido, Greenpeace apunta que la mayor parte de la madera importada procede de empresas de Camerún reiteradamente multadas por cometer infracciones contra la ley forestal de este país.
La organización cita entre las actividades delictivas que realizan estas empresas madereras africanas la obtención de concesiones vía corrupción, la falsificación de títulos de propiedad o licencias de explotación y la inexistencia de planes de gestión forestal. Además, cortan árboles sin permiso o fuera del área permitida, se pasan del cupo de tala permitido, trasladan ilegalmente la madera entre fronteras y defraudan en la declaración de tasas de tala o de exportación.
Por último, los ecologistas señalan que las instituciones internacionales reconocen que en Camerún el 50% de las extracciones de madera son ilegales, por ello recuerdan a los consumidores de madera tropical en las islas, que tienen una parte de responsabilidad en la explotación ilegal y la corrupción del sector forestal en África.
