Europa consume grandes cantidades de productos marinos. En la actualidad, el 75% de las poblaciones de peces en aguas de la Unión Europea están sobreexplotadas, mientras que el promedio mundial es del 25%. Estos datos fueron utilizados por la Comisión Europea para presentar una reforma de la Política Pesquera Común que entró en vigor el 1 de enero de 2014. La conocida como la PPC, y cuyo origen se encuentra en los años setenta, permite gestionar los recursos y las flotas. En este artículo se detallan sus claves: una gestión basada en el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS), una pesca sin descartes, la creación del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca y varios aspectos que contribuyen a que sea un mercado más transparente.
El 75% de las poblaciones de peces en aguas de la Unión Europea están sobreexplotadas
La PPC establece las cuotas de capturas para cada especie y para cada Estado miembro. Sin embargo, este sistema no ha impedido la sobreexplotación de los recursos, debido, entre otras razones, a la falta de datos fiables con los que calcular las cuotas, la deficiente implementación de las regulaciones en algunas pesquerías y la incertidumbre provocada por un conocimiento incompleto de la dinámica de los ecosistemas marinos.
Gestión basada en el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS)
Uno de los aspectos más destacados de la nueva PPC es la gestión basada en el rendimiento máximo sostenible (RMS). Es decir, cuál es el máximo de capturas que puede extraerse de una población año tras año sin dañarla. ¿Qué supone?
- Abandonar la pesca intensiva de las poblaciones más disminuidas, pasando a una pesca racional de las más abundantes. Así se conseguirá un aumento del tamaño de las poblaciones y de los especímenes, que alcanzarán en el mercado un precio por kilogramo más alto.
- Más ventajas: si se baja la captura de peces de talla no reglamentaria, disminuirán también los descartes.
- Y puesto que lleva menos tiempo capturar una tonelada de pescado de una población abundante que de una pequeña y dispersa, se reducirán los gastos de combustible y las emisiones de carbono.
En resumen, supone unas pesquerías más rentables, ya que aumentan los márgenes de beneficio, los rendimientos del capital invertido, la productividad y la competitividad. Según la Comisión Europea, si las poblaciones se explotan de manera eficiente, el tamaño de los caladeros aumentaría en un 70% y se generaría un valor añadido en el sector valorado en 2.700 millones.
Los Estados miembros de la UE suscribieron el objetivo del RMS en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (1982) y lo ratificaron en el Acuerdo de las Naciones Unidas sobre las Poblaciones de Peces (1995), en la Declaración de Johannesburgo (2002) y en Nagoya (2010). Socios como Estados Unidos y Australia ya han avanzado en esa dirección, mientras que la UE se encuentra retrasada.
La mejor forma de lograr el rendimiento máximo sostenible consiste en elaborar planes de gestión plurianuales, disminuyendo la mortalidad por pesca de forma paulatina para alcanzar la estabilidad en la gestión. Desde 2010 ya se ha conseguido en 11 poblaciones de peces, entre las que están, por ejemplo, la de gallo de España y Portugal.
Fuera los descartes
El problema para calcular cuál es el Rendimiento Máximo Sostenible es la ausencia de datos fiables, ya que, en muchas ocasiones, los pescadores devuelven al mar los peces que, bien por no alcanzar el tamaño legal o por ser especies que no tienen salida comercial, no les interesan. Son los denominados descartes, cuyos datos no quedan registrados en ningún lugar.
Para ello, la PPC introducirá de manera paulatina (2015-2019) la obligatoriedad de desembarcar todas las capturas, incluidas las capturas no deseadas. Esto evitará tener que basarse en estimaciones de descartes, como se hace ahora, siempre más imprecisas que los datos reales. Además, estimulará métodos de pesca más selectivos, menos derrochadores.
Fondo Europeo Marítimo y de Pesca
Para ayudar al sector pesquero y a los municipios dependientes de la pesca a adaptarse a estas regulaciones, la Comisión ha creado un instrumento llamado Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) que financiará:
- métodos de pesca más selectivos;
- reuniones con el sector pesquero para intercambiar ideas y mejores prácticas;
- cursillos de formación y capacitación para familiarizarse con artes de pesca innovadoras;
- diversificación de los pescadores artesanales;
- recopilación de datos biológicos y socioeconómicos por parte del sector pesquero;
- desarrollo de marcas del tipo «pescado de rendimiento máximo sostenible».
Hacia un mercado más transparente
Otra de las novedades que ha implantado la nueva PPC es una mayor información al consumidor. De acuerdo con las nuevas normas, que se aplican a peces, moluscos, crustáceos y algas, los productos que se venden a los consumidores o a empresas de hostelería deben llevar la siguiente información:
- nombre comercial y científico de la especie.
- procedencia: pesca extractiva o acuicultura.
- zona de pesca o producción y tipo de arte de pesca utilizado.
- si el producto es descongelado y fecha de consumo preferente.
Por otro lado, la Comisión Europea ha creado el Observatorio Europeo del Mercado de los Productos de la Pesca y de la Acuicultura (EUMOFA), una herramienta on line para mejorar la transparencia y eficacia del mercado de productos pesqueros y de acuicultura. Contiene información de interés para productores, transformadores, importadores, comerciantes, consumidores, analistas de mercado y responsables políticos.
EUMOFA permite un control directo del volumen, el valor y el precio de los productos de la pesca y la acuicultura, además de incluir las importaciones y exportaciones. Recoge datos de los países de la UE, Noruega, Islandia y las instituciones europeas y se actualiza cada día.