Investigadores desarrollan un método para obtener hidrógeno útil como combustible a partir de azúcar y grasa

Este gas tiene la ventaja de que al quemarse produce energía y no desprende CO2, sino agua
Por EROSKI Consumer 29 de agosto de 2002

Investigadores del Laboratorio Nacional de Energía Renovable de Colorado (EE.UU.) han desarrollado un método para obtener hidrógeno a partir de moléculas como la glucosa y el glicerol, abundantes y baratas, según publica la revista científica «Nature».

El hidrógeno es en estos momentos uno de los candidatos a sustituir a combustibles fósiles como el petróleo y el carbón, que algún día se acabarán. A diferencia de estos, el hidrógeno tiene la ventaja de que al quemarse produce energía sin desprender dióxido de carbono (CO2), sino vapor de agua, resultando mucho menos contaminante.

Tradicionalmente el hidrógeno se obtiene sometiendo agua a una corriente eléctrica. Sin embargo, este método no resulta rentable porque consume energía. La síntesis a partir de hidrocarburos es otra opción, pero los costes son entres dos y tres veces mayores que los del gas natural.

El método ideado por los investigadores norteamericanos se basa en la glucosa, el azúcar que los animales y las plantas utilizan como energía, y el glicerol, un derivado de la grasa. Introducen estos dos elementos en una solución acuosa, con un catalizador de platino; a una temperatura de entre 225 y 265 grados, y a una presión de entre 27 y 53 atmósferas. El resultado es hidrógeno en la fase líquida sin que se escape en forma de vapor. Los autores están seguros de que con un esfuerzo e inversión en la tecnología, su técnica podría llegar a ser rentable.

La principal ventaja de este sistema es que la masa que forman las plantas mediante fotosíntesis (biomasa) es muy barata. En ese sentido, los autores señalan que en el futuro se podrían usar como sustrato restos de cultivos con glucosa, o grasas poco purificadas que contengan glicerol. En el experimento utilizaron componentes purificados.

Para los investigadores, lo ideal sería utilizar cultivos que, sin necesidad de fertilizantes, produjeran mucha biomasa. Entre estos cultivos podría estar la caña de azúcar en climas tropicales. Además, aseguran que de esta biomasa se podrían extraer otros productos que ayudarían a rentabilizar el proceso, como fibras y productos químicos.

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