La ONU alerta de los perjuicios que causan los equipos de pesca perdidos o abandonados en el océano

Dañan el medio ambiente marino, atrapan peces y representan un peligro para las embarcaciones
Por EROSKI Consumer 7 de mayo de 2009

Un nuevo informe elaborado conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señala que una gran cantidad de equipos de pesca perdidos en el océano o abandonados por pescadores está perjudicando al ambiente marino, impactando sobre el «stock» de peces a través de la conocida como «pesca fantasma» y representando una amenaza para los barcos.

Este problema está empeorando debido al incremento en la escala de las operaciones de pesca global y la introducción de equipos fabricados con materiales sintéticos de gran durabilidad, afirma el estudio, que estima que estos residuos representan alrededor de un 10% (640.000 toneladas) de los desechos marinos. El transporte mercante es el principal responsable en mar abierto, mientras que en las áreas costeras los responsables predominantes están localizados en tierra.

La mayor parte del equipo de pesca no es descartado deliberadamente, sino perdido en tormentas o fuertes corrientes o como resultado de «conflicto de equipo», por ejemplo, pescando con redes en áreas donde hay trampas de fondo con las cuales pueden enredarse. Las redes de agallas y las trampas son las que probablemente realizarán más «pesca fantasma», mientras que la pesca con palangre atrapa a diversos organismos marinos. Por su parte, las redes barredoras dañan el hábitat del fondo.

«Si una red agallera es abandonada o perdida, puede continuar pescando sola por meses – y a veces años – indiscriminadamente matando peces y otros animales», mantiene el informe. Las trampas son otro importante responsable de la «pesca fantasma». Se estima que 150.000 trampas de cangrejos colocadas en la Bahía de Chesapeake, en los Estados Unidos, se pierden cada año de un total estimado de 500.000 instaladas. Como las redes agalleras, estas trampas pueden continuar pescando solas durante largos períodos de tiempo.

Adopción de medidas

«La cantidad de equipo de pesca que queda en el ambiente marino seguirá acumulándose y los impactos en los ecosistemas marinos empeorarán si la comunidad internacional no toma medidas efectivas para solucionar el tema de los residuos marinos en su conjunto. Las estrategias para confrontar el problema deben abordarse en varios frentes, incluyendo prevención, mitigación y medidas curativas», indicó Ichiro Nomura, subdirector general de Pesca y Acuicultura de la FAO.

«Hay muchos fantasmas en la maquinaria del ambiente marino, desde sobrepesca y acidificación ligada al efecto invernadero, al incremento en las zonas muertas desoxigenadas como resultado de la escorrentía y contaminación proveniente de tierra firme. El equipo de pesca abandonado y perdido es parte de este conjunto de retos que deben ser urgente y colectivamente afrontados si la productividad de nuestros océanos y mares ha de ser mantenida para ésta y futuras generaciones, y no menos, para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio», afirmó Achim Steiner, subsecretario de las Naciones Unidas y director ejecutivo del PNUMA.

Recomendaciones

El informe hace una serie de recomendaciones para combatir este problema, entre las cuales se encuentran incentivar económicamente a los pescadores para que informen sobre equipos perdidos o trasladen a puerto equipos dañados, rotular los equipos para poder indagar sobre su pérdida, o hacer uso de las nuevas tecnologías para ver imágenes del fondo y poder señalar mediante el GPS los lugares en los que se ha perdido material.

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