La población de águila imperial en la Península se multiplica por seis y se sitúa en 253 parejas

Los científicos recuerdan que la conservación de los hábitats es esencial para que la especie pueda nidificar y cazar
Por EROSKI Consumer 24 de marzo de 2009

Un estudio desarrollado por un equipo científico ha confirmado que la población de águila imperial («Aquila adalberti»), una de las especies más vulnerables según la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), ha experimentado una notable recuperación en España, indicó el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC). Así, se ha pasado de las 38 parejas contabilizadas en 1974 a 253 en 2008.

«El trabajo muestra que la especie se ha recuperado y que tiene una buena capacidad de respuesta a las actuaciones de conservación. Aunque ya se sabía desde hace tiempo, el estudio demuestra, una vez más, que es una especie muy sensible a los cambios en la supervivencia adulta», explicó Santi Mañosa, uno de los autores del estudio e investigador de la Universidad de Barcelona.

La temprana mortalidad de los ejemplares adultos debido, sobre todo, a la electrocución en tendidos eléctricos y al empleo de venenos para el control de depredadores eran dos de las razones por las que el águila imperial tenía dificultades para aumentar su población en España. Aunque la amenaza principal es distinta en cada zona, Mañosa señaló que la conservación de los hábitats es esencial para que la especie pueda nidificar y cazar. Por eso, «gestionar bien las poblaciones de conejo es fundamental porque es su dieta en todas las regiones durante el periodo reproductor», agregó el científico.

Hacer bien las cosas

Este estudio demuestra que la especie se ha recuperado de forma «espectacular» en los últimos 30 años. «En estas décadas las cosas han ido bien, pero se puede ir todo al traste en cinco o diez años si se hacen mal. Es cuestión de mejorar los tendidos eléctricos, que siguen siendo un problema muy grave para esta especie y el proceso en su corrección va muy lento», apuntó el biólogo.

«El aumento continuado de los efectivos de la especie durante el periodo de estudio sólo se vio interrumpido durante la década de los 90, por un repunte de la mortalidad adulta», señaló Mañosa. Sin embargo, entre 2000 y 2004 el crecimiento se aceleró de nuevo, tanto por la disminución de muertes adultas como por una caída de la mortalidad juvenil y de la edad de la primera reproducción.

Así, en 2008 había 253 parejas de águila imperial, según datos del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. La especie ha aumentado en toda su área de reproducción a excepción del Parque Nacional de Doñana (Huelva), donde la población estuvo afectada gravemente por el uso ilegal de cebos envenenados en especial durante los 90. «Aquí, la población descendió de 16 parejas reproductoras a 7», indicó Luis Mariano González, otro de los autores del estudio.

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