Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en el año 2002 en el País Vasco ascendieron a 19,07 millones de toneladas, lo que supuso un aumento del 7,4%. Esta cifra representa un incremento del 28,6% frente al 15% de crecimiento establecido en el Protocolo de Kioto para los años 2008-2012, señaló el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno vasco, Sabin Intxaurraga, quien consideró «altamente preocupantes» estas emisiones.
Intxaurraga dijo que el aumento de la actividad en las centrales termoeléctricas está «contribuyendo muchísimo» a las emisiones de gases de efecto invernadero. El sector energético, que agrupa a termoeléctricas, refino de petróleo y coquerías, supone el 28% de las emisiones registradas en 2002 en esta comunidad autónoma, con un total de 5,30 millones de toneladas de CO2.
Por esta razón, el Ejecutivo vasco apuesta por la sustitución de las centrales térmicas vascas de Pasaia (Guipúzcoa) y Santurtzi (Vizcaya), como «única vía» para limitar la influencia del cambio climático, indicó el consejero.
Asimismo, consideró que los hábitos de transporte actuales son «poco sostenibles». En este sentido, abogó por que los ciudadanos compartan el vehículo privado y que el transporte de mercancías, que mayoritariamente se hace por carretera, pase a la red ferroviaria.
El sector industrial y el de la construcción son otros con tendencia negativa en la emisión de gases contaminantes. Aunque Intxaurraga reconoció que la mayoría de las empresas vascas están contribuyendo positivamente al cumplimiento del Protocolo Kioto, en el año 2002, estos sectores emitieron 5,35 millones de toneladas de CO2.
El sector de residuos, por su parte, generó un total de 1,32 millones de toneladas de dióxido de carbono, la agricultura 0,74 millones y el sector servicios y residencias, 1,58 millones de toneladas.