A pesar de que las emisiones de CO2 de los coches particulares nuevos vendidos en los quince países miembros más antiguos de la UE se redujeron el 11,8% entre 1995 y 2003, los constructores deben hacer un esfuerzo mayor según se indica en el informe anual sobre este tipo de emisiones realizado por la Comisión Europea. Además en el periodo entre 2002 y 2003 las emisiones subieron un 1,2%.
En cualquier caso, Bruselas reconoce que las asociaciones de constructores de automóviles de Europa (ACEA), Japón (JAMA) y Corea (KAMA) han progresado en la ejecución de sus compromisos voluntarios para comercializar coches menos contaminantes.
El compromiso de estas tres asociaciones es situar el nivel de emisiones en 140 g de CO2 por kilómetro como media para los vehículos nuevos comercializados en la Unión Europea.
Para ACEA, este objetivo se debería lograr en 2008 y para JAMA y KAMA un año más tarde, es decir, que los coches nuevos puestos en el mercado en 2008 ó 2009 tendrán que consumir una media de 5,8 litros de gasolina o 5,2 de gasóleo por 100 kilómetros.
De momento, la europea ACEA y la japonesa JAMA han logrado progresos en la reducción de emisiones de CO2, aunque en 2003 fueron menores que durante los primeros años del compromiso. Por el contrario, los progresos de la coreana KAMA son limitados a pesar de los esfuerzos de los últimos tres años para recuperar el retraso respecto a las otras dos asociaciones de constructores.
La Comisión Europea considera que KAMA tiene que realizar esfuerzos para llegar al nivel de entre 165 y 170 g por kilómetro previsto para 2004. Según las estimaciones de la Comisión Europea las tasas de reducción anual deberían ser, como media, del 2,8% para ACEA; 3,1% para JAMA y 3,6% para KAMA.
El comisario europeo de Medioambiente, Stravros Dimas, ha mostrado su esperanza de que la industria del automóvil continúe con sus esfuerzos hasta llegar al objetivo fijado en el acuerdo voluntario.
Los compromisos voluntarios de los constructores europeos, japoneses y coreanos para reducir las emisiones de los coches nuevos son el primer pilar de la estrategia europea para la reducción de las emisiones de CO2 procedentes de los automóviles puestos por primera vez en circulación. Los otros dos pilares de esa estrategia europea son la información al consumidor sobre cómo hacer un mejor uso del combustible y las acciones fiscales.