Las luces de neón se reciclan

A pesar de ser muy comunes, el reciclaje de los rótulos luminosos ha estado en un limbo legal durante años
Por Alex Fernández Muerza 26 de noviembre de 2012
Img luces neon
Imagen: hern42

Más conocidos como luces de neón, los rótulos luminosos forman parte del paisaje urbano. Empresas, restaurantes, farmacias, cines, teatros o instituciones públicas anuncian o informan de todo tipo de mensajes y textos con ellos. A pesar de ser comunes, su reciclaje no se ha aclarado de forma legal hasta el año pasado. Este artículo explica por qué se deben reciclar los rótulos luminosos, señala las bajas cifras de reciclaje de estos aparatos y explica los cuatro pasos principales para reciclarlos.

Rótulos luminosos, por qué se deben reciclar

Los aparatos de alumbrado se fabrican con diversos materiales, como plásticos, vidrio, metacrilato, metales, mercurio, etc., en función del resultado que quiere su productor. Si estos materiales acaban abandonados, pueden causar importantes daños al medio ambiente. Además, algunos de estos materiales pueden recuperarse y reciclarse para hacer nuevos productos.

«Un 56% de los residuos de luminarias se gestionan de forma incorrecta»
La Directiva Europea sobre Residuos de Aparatos Electricos y Electronicos (RAEE), aprobada en 2002, establece un grupo de aparatos de alumbrado que deben recogerse de forma selectiva (sin mezclar con otros residuos) y transportarse de modo que se facilite su posterior tratamiento y reciclaje.

La norma europea se aplica en España desde el 25 de febrero de 2005 con el Real Decreto 208/2005. Sin embargo, en el caso de los rótulos luminosos no se aclaraba el ámbito de estos aparatos en el contexto de la normativa. Tras las reuniones entre el Ministerio de Industria Comercio y Turismo, la Fundación para el Reciclaje de Residuos de Luminarias y Regeneración del Medio Ambiente (Ecolum) y la Asociación Española de Empresarios de Rótulos y Luminosos e Industrias Afines (Aserluz), se concluía a finales de 2010 que los rótulos luminosos se engloban dentro de la categoría 5 (Aparatos de alumbrado) y como tales se deben gestionar y reciclar. De esta manera, se resolvía una especie de limbo normativo en el que se encontraban los rótulos luminosos.

A partir del 1 de enero de 2011, sus productores están obligados a declarar estos productos y gestionarlos de manera individual o a través de un Sistema Integrado de Gestión (SIG), como el citado Ecolum o la Asociación para el Reciclaje de Bombillas y Fluorescentes (Ambilamp).

Unas cifras de reciclaje bajas, a pesar de los esfuerzos

El sector tiene que enfrentarse a otros desafíos. Beatriz Álvarez, responsable de prensa de Ecolum, explica que «aunque año tras año superamos nuestros datos de recogida de residuos, todavía muchos usuarios no están concienciados de forma suficiente con el reciclaje de los aparatos de iluminación y llevan el residuo a otros canales no amparados por la normativa». En estos canales alternativos fuera de la ley circula «un 56% del total de los residuos de luminarias generados, que se gestionan de forma incorrecta a pesar del esfuerzo realizado desde Ecolum para reducir cada vez más este porcentaje», según Álvarez.

La responsable de comunicación de Ecolum asegura también que la crisis ha afectado en especial al ámbito del reciclaje de los aparatos de iluminación. Por ello, subraya la importancia de esta práctica no solo para el medio ambiente, sino también para la economía: «Genera nuevos puestos de trabajo y nuevas de formas de expansión, desarrollo y mejora del mercado y la industria».

Asimismo, Beatriz Álvarez alerta de la irrupción en los últimos años de muchos fabricantes de aparatos de alumbrado «que venden ecología sin realmente serlo.» Por ello, recomienda tomar muy en cuenta las garantías de todos los productos, con su correcto marcado europeo y demás certificaciones.

Por si fuera poco, la UE ha revisado la directiva de RAEE para aumentar sus objetivos de reciclaje durante los próximos años y mejorar así un aspecto tan esencial para el medio ambiente como el de los residuos. Cada año se producen más de 2.000 millones de toneladas de residuos en Europa, una cifra que aumenta cada año en un 10%.

Cuatro pasos para reciclar los rótulos luminosos

En definitiva, un rótulo luminoso o cualquier parte de él, por muy pequeña que sea, no puede depositarse en un contenedor de basura, abandonarse en la calle o en un vertededo ilegal, ni entregarse a personas no autorizadas. Los residuos de rótulos luminosos, al igual que el resto de RAEE contemplados en la normativa, siguen cuatro pasos principales hasta llegar a su reciclaje:

  1. El residuo de las luminarias o los rótulos luminosos se debe depositar en los lugares habilitados para ello. Para deshacerse de este residuo de forma legal y ecológica, lo mejor es contactar con un SIG para informarse de las opciones de recogida gratuitas disponibles:

  • Ecolum ofrece en su página web un formulario para solicitar la recogida de residuos de luminarias o rótulos luminosos, el correo electrónico recogidas@ecolum.es y el teléfono 902 104 982.

  • Ambilamp presenta también en su página web información con los puntos de recogida, el correo electrónico recogidas@ambilamp.com y el teléfono 900 102 749.

Los SIG realizan además diversas campañas promocionales y de recogida para mejorar el reciclaje de estos aparatos de alumbrado. Ecolum y Aserluz han impartido en los últimos meses jornadas informativas en varias ciudades españolas para aclarar las dudas que se arrastraban desde hace varios años.

  • El gestor autorizado correspondiente lo recoge y transporta hasta la planta de tratamiento donde se almacena para su posterior gestión.
  • Una vez en la planta, los aparatos se desmontan y descontaminan (si hace falta), para más tarde desfragmentarlos.
  • De los materiales resultantes en este proceso, parte se destina a valorización energética y otra se recicla para convertirse en materia prima.
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