Reciclar los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) es bueno para el medio ambiente y la salud, además de una obligación legal. Sin embargo, diversas instituciones especializadas en la gestión de estos residuos reconocen que cada vez hay más de este tipo de residuos y que buena parte de ellos no se recicla de forma adecuada. Este artículo da cuenta de los RAEE que se reciclan, advierte de que crece el fraude en este tipo de reciclaje e indica qué pueden hacer los consumidores para que estos residuos se reciclen de forma adecuada.
¿Cuántos residuos de aparatos eléctricos y electrónicos se reciclan?
Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) contienen sustancias nocivas para el medio ambiente y la salud y se deben recuperar y reciclar conforme a la ley. Sin embargo, nadie sabe con exactitud cuántos RAEE se producen, ni si se gestionan y reciclan de forma adecuada. Matías Rodrigues, director general de la Plataforma Europea de Reciclado (ERP) explica que el único dato «razonablemente sólido» es la venta de aparatos, pero que saber cuántos reemplazan a otros que se convierten en RAEE es «difícil de definir».
La gestión ilegal de los RAEE ha crecido en los últimos añosLas estimaciones que manejan desde la ERP apuntan a que «casi un 70% de los RAEE son gestionados, de los cuales un tercio lo son por los sistemas integrados de gestión (SIG), otro tercio por gestores que trabajan según la normativa vigente y un último tercio por gestores ilegales que no dan un tratamiento correcto a los residuos». Sin embargo, reconoce que «estas cifras deben manejarse con la debida cautela». Por su parte, la Comisión Europea estima que se canalizan alrededor del 40% de los RAEE a través de los SIG.
Según datos de Ecolec, una fundación que trabaja por la recuperación y reciclaje de los RAEE, las familias consumen en España 567 millones de kilos anuales de nuevos aparatos eléctricos y electrónicos de todo tipo. Su director, José Ramón Carbajosa, señala que los doce SIG españoles reciclaron «156 millones de kilos durante 2011 según los requisitos de calidad normativos» y estima que deberían reciclarse «unos 369 millones de kilos cada año».
La Asociación Española de Recuperadores de Economía Social y Solidaria (AERESS) asegura que cada español genera unos 16 kilos de RAEE al año, más de 600.000 toneladas, una cifra que se duplicará en los próximos doce años.
Al comparar las cifras por países, España sale mal parada. Según datos de Ecolec, Noruega es el país que más recicla este tipo de residuos, con 28,1 kg/habitante y año de los 57,7 kilos por hab/año que se pusieron a la venta en 2010. Un año después, en España los SIG recogían 3,3 kg/por habitante y año.
Crece el fraude de los RAEE
La gestión ilegal de los RAEE ha crecido en los últimos años, reconocen los expertos consultados. Matías Rodrigues diferencia entre dos tipos de fraude, si bien han empeorado en ambos casos: por un lado, las empresas que ponen productos en el mercado sin declararlas al registro y, por otro, los agentes no autorizados que desvían los RAEE y no los tratan según la normativa. El director general de ERP señala como principales causas la falta de medios de las comunidades autónomas, responsables de perseguirlo, y la crisis económica, que con el gran aumento en el precio de las materias primas, en particular el acero, el aluminio y el cobre, han propiciado el incremento de los robos en los puntos limpios.
José Ramón Carbajosa asegura que la falta de control administrativo, de inspecciones y sanciones ocasiona la retirada ilegal de los RAEE a circuitos no controlados o a exportaciones ilegales. En su opinión, «estas actividades son una fuente de dinero opaco y la mayor parte de ellas financian el tráfico de estupefacientes y el terrorismo». Según los datos manejados por ERP, los robos en los puntos limpios son más fruto de grupos locales organizados que de amplias organizaciones de carácter mafioso.
Instituciones como la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), dependiente de la Unión Europea (UE), y ONG como Greenpeace señalan el aumento en los últimos años del traslado ilegal de estos residuos a países en desarrollo con escasas o nulas medidas sanitarias o de control de la contaminación, un fraude que afecta a la salud y el medio ambiente de millones de personas en todo el mundo.
Qué pueden hacer los consumidores
Los consumidores tienen dos opciones principales para que su RAEE se recicle en principio de forma adecuada:
- Si no tiene intención de comprar un nuevo aparato, puede depositarlo en el punto limpio más cercano. La Fundación Ecolec los localiza en un mapa de su página web.
- Si comprará un nuevo aparato, la tienda debe hacerse cargo gratis del antiguo (no puede negarse por ley). En el caso de los electrodomésticos, el mejor momento para adquirir uno es con un Plan Renove en marcha. Gracias a este sistema, se consigue que el consumidor ahorre dinero, sustituya su aparato viejo por otro mucho más eficiente y de paso se gestione su reciclaje.