Los 14 materiales fundamentales para el medio ambiente

El impulso de las nuevas tecnologías ecológicas depende de materias primas concentradas en unos pocos países
Por Alex Fernández Muerza 30 de diciembre de 2013
Img aerogeneradores

Los aerogeneradores, las células fotovoltaicas o las baterías de los coches eléctricos dependen de materiales que podrían escasear en los próximos años. Lo advierten varias instituciones europeas, que han seleccionado los 14 minerales y metales “fundamentales” por las consecuencias que para la economía y el medio ambiente podría suponer su falta de abastecimiento. Los expertos comunitarios también apuntan diversos problemas del consumo excesivo de recursos para los próximos años. Este artículo señala las 14 materias primas cruciales para el medio ambiente, los posibles problemas ambientales para los próximos años y cómo evitar la escasez de materiales básicos.

14 materias primas cruciales para el medio ambiente

El desarrollo económico mundial depende cada vez más de las nuevas tecnologías. Los países que poseen las materias primas utilizadas por dichas tecnologías tendrán, por tanto, una ventaja competitiva creciente. Estos materiales «fundamentales» o «críticos» por su importancia para la economía y el medio ambiente y su posible escasez de abastecimiento se reducen a 14. Así al menos se recoge en un informe elaborado por la Comisión Europea (CE). Muchas de las tecnologías ecológicas, como las turbinas eólicas, las placas solares o los coches eléctricos, requieren algunos de estos materiales.

China, Rusia, Congo y Brasil concentran materiales fundamentales para el medio ambiente
En orden alfabético, los materiales en cuestión son los siguientes: antimonio, berilio, cobalto, fluorita, galio, germanio, indio, magnesio, metales del grupo del platino (MGP), niobio, tantalio y tierras raras. La Agencia Ambiental Europea (EEA) recuerda que se concentran a menudo en unos pocos países, un factor que aumenta la incertidumbre de los suministros futuros y que podría limitar la transición hacia una economía «verde» o baja en carbono.

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Imagen: Comisión Europea

Una parte importante de la producción mundial procede de China (antimonio, fluorita, galio, germanio, grafito, indio, magnesio, tierras raras y wolframio), Rusia (MGP), República Democrática del Congo (cobalto y tantalio) y Brasil (niobio y tantalio). El informe de la CE ofrece un mapamundi que posiciona los 14 materiales. El problema de la concentración de su producción se agrava, en muchos casos, porque son muy difíciles de sustituir por otros materiales y porque sus índices de reciclaje son muy bajos.

Posibles problemas ambientales para los próximos años

La extracción de recursos naturales y materiales básicos aumentará hasta niveles «sin precedentes conocidos» en los próximos años y, con ello, las presiones sobre los ecosistemas, según las estimaciones realizadas por los expertos de la EEA. Este problema podría ser aún más grave para la Unión Europea (UE), muy dependiente de las importaciones de muchos materiales, entre ellos más de la mitad de su suministro de minerales y productos metálicos, y de la energía fósil.

Los materiales críticos no son la única preocupación para los años venideros. El crecimiento económico mundial se prevé que continuará en las próximas décadas, recuerda la EEA. Se espera que las economías emergentes de Asia desempeñen un papel cada vez más grande. India y China podrían representar casi la mitad de la producción mundial en 2050. La población de clase media global (asociada con los niveles de consumo per cápita elevados) crecerá muy rápido. Se estima que pasarán del 27% de la población mundial actual (7.000 millones de personas) a casi el 60% de los 8,4 millones de personas que vivirán en el planeta en 2030.

La demanda de energía también aumentará en las próximas décadas y podría ser otro grave problema ambiental y económico. Por ejemplo, la rápida transformación económica de Corea del Sur ha provocado el incremento de su consumo de petróleo per cápita más de 25 veces en el último medio siglo. Si Brasil, China, India e Indonesia replican este modelo de desarrollo con unas poblaciones mucho más grandes, el aumento de la demanda mundial de energía será enorme. Sin embargo, algunos países han demostrado que un crecimiento económico sin disparar el consumo de energía es posible. El impulso de las energías renovables y la eficiencia energética serían algunas de las claves.

El aumento de la riqueza y las poblaciones en crecimiento impulsarán la demanda de carne, que intensificará la competencia global por los recursos escasos de tierras. Los responsables de la EEA señalan el incremento «espectacular» de adquisiciones transnacionales a gran escala de la tierra en los últimos años. La producción de bioenergía también crecerá en los próximos años. Ambas tendencias pueden significar que bosques y otros hábitats se conviertan en tierras de cultivo. El cambio climático también está aumentando la presión sobre los ecosistemas, y si se superan determinados umbrales, las consecuencias podrían ser devastadoras.

Cómo evitar la escasez de materiales básicos

Los expertos comunitarios señalan varias medidas necesarias para evitar la escasez de abastecimiento de los materiales y recursos naturales «críticos»:

  • Mejorar la información, transparencia y difusión de los datos mundiales sobre materias primas.
  • Apoyar las prácticas sostenibles sobre el uso del suelo y del resto de recursos naturales en todo el mundo.
  • Promover investigaciones que logren alternativas a materias primas fundamentales y aumenten la eficiencia en todo el ciclo de vida productivo.
  • Adoptar medidas para aumentar los niveles de reciclaje de materias básicas y de los productos que las contengan.

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