Los fármacos se encuentran entre los contaminantes más problemáticos presentes en las aguas residuales

Científicos de Almería han evaluado el impacto ambiental de estas y otras sustancias en varias depuradoras
Por EROSKI Consumer 10 de marzo de 2009

Los contaminantes más problemáticos presentes en las aguas residuales españolas son los procedentes de los fármacos que consumimos y que son excretados por nuestro cuerpo, terminando en las alcantarillas. Ésta es la conclusión de un equipo científico del Centro de Investigaciones de la Energía Solar (CIESOL) de la Universidad de Almería (UAL) tras analizar algunos contaminantes en aguas residuales de varias depuradoras urbanas de España, entre ellas las de El Ejido (Almería), Alcalá de Henares (Madrid), El Prat de Llobregat (Barcelona) y Vuelta Ostrera (Cantabria).

«Los contaminantes más problemáticos son los llamados emergentes (incluyen compuestos químicos orgánicos variados), como fármacos (que consumimos y son excretados por nuestro cuerpo, acabando en el agua residual), productos de higiene personal (detergentes, desodorantes), filtros ultravioleta utilizados en cremas solares o fragancias sintéticas utilizadas en productos de limpieza», explicó al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) Iván Muñoz, uno de los autores de este ranking e investigador de la UAL. Como los contaminantes emergentes no están regulados por la legislación, «las depuradoras no realizan su análisis de forma rutinaria», agregó Muñoz.

Los científicos también estudiaron los contaminantes prioritarios, es decir, aquellos que están incluidos en la directiva marco del agua de la Unión Europea (UE) y clasificados debido a sus potenciales efectos sobre el medio acuático. Son contaminantes de origen más industrial que doméstico, como metales pesados, pesticidas o hidrocarburos poliaromáticos.

Casi 100 contaminantes

Tras analizar 98 contaminantes (75 emergentes y 23 prioritarios) durante un año antes y después de depurar el agua, los investigadores identificaron los más problemáticos y comprobaron que «el impacto del agua depurada en cuanto a toxicidad sobre ecosistemas acuáticos, terrestres y sobre la salud humana es menor que el del agua sin depurar», apuntó Muñoz.

Los resultados demuestran que de los contaminantes analizados, 16 de ellos tienen una contribución significativa en la toxicidad del agua: 10 son fármacos y productos de higiene personal, mientras que seis son contaminantes prioritarios. «El resto presenta una toxicidad muy baja o están presentes en concentraciones muy bajas, o ambas cosas», precisó el experto. Además, el potencial impacto del agua depurada disminuye «notablemente» e implica menos toxicidad si es vertida al medio acuático o reutilizada en agricultura.

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