El sector de los transportes fue el culpable del 28% de las emisiones de CO2 que la Unión Europea registró en 2004, siendo los vehículos de turismo los mayores emisores. No obstante, compañías como Nissan, Suzuki, Volvo BMW o Volkswagen continúan fabricando sus últimos modelos sin asumir su papel protagonista en la lucha contra el cambio climático.
A pesar del acuerdo que la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles alcanzó con la Unión Europea en 1998 para proceder a una reducción gradual de las emisiones de CO2, se siguen sucediendo los nuevos modelos que desaprovechan el combustible provocando la liberación de cantidades de CO2 superiores a la necesarias.
Las empresas fabricantes tendrán que pisar el acelerador y mejorar la eficacia del consumo de combustible y, probablemente, pensar en la pila de hidrógeno como alternativa.
