Un total de 6,4 millones de toneladas de basura alcanzan los océanos cada año, de los que entre el 60% y el 80% son plásticos. Estos datos figuran en un informe presentado ayer por Greenpeace en Barcelona a bordo del ?Rainbow Warrior?. La organización ecologista recordó que, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en 2005 existían hasta 13.000 fragmentos de plástico por kilómetro cuadrado en los océanos.
El estudio coloca al Mediterráneo noroccidental como el mar del planeta más contaminado
El informe revela que el 70% de la basura se encuentra en los fondos marinos. El Mediterráneo noroccidental es la zona del planeta con mayor cantidad de basura en sus fondos, 1.935 unidades por kilómetro cuadrado. El Caribe, las costas de Indonesia, Mar Celta (Irlanda), Mar del Norte, Golfo de León y Golfo de Vizcaya son otras zonas con gran acumulación de basuras en sus fondos marinos.
Impacto de los vertidos
Los impactos de estos vertidos son diversos, y van desde el enmallamiento de animales marinos tales como tortugas, cetáceos y focas, la ingestión de plásticos, o la introducción de especies invasoras. Los plásticos, por ejemplo, afectan a 267 especies marinas distintas. La ingestión de estas basuras puede bloquear el tracto digestivo e impedir que los animales se alimenten correctamente hasta provocar su muerte.
Tortugas, focas, leones marinos, ballenas y aves, entre otras muchas especies, confunden los plásticos con comida
?La contaminación por basuras está empeorando la situación de especies que se encuentran ya críticamente amenazadas. Entre la sobrepesca, la pérdida de espacios costeros, la contaminación y los impactos del cambio climático, que se prevén especialmente severos en la región, el Mediterráneo se está vaciando cada vez más?, explica Sebastián Losada, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace.
Limpieza y depuración
Greenpeace apuesta por llevar a cabo acuerdos mundiales como el Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación del Mar por Buques (Convenio Marpol), que en 1998 introdujo un anexo para prohibir los vertidos de los buques al mar.
Para resolver el problema, los ecologistas abogan por afrontar los residuos en el mar desde su origen. En este sentido, recuerdan que el 80% de la contaminación por basuras procede de tierra firme, principalmente a través de las redes de saneamiento, actividades industriales, o del turismo costero.
Greenpeace también aboga por incrementar las operaciones de limpieza de la costa y el lecho marino, así como mejorar los sistemas de depuración y poner en marcha políticas educativas y de sensibilización con una mayor implicación de las administraciones, las empresas y la ciudadanía.
Mario Rodríguez, director de campañas de Greenpeace, manifestó que «si algo está claro es que estamos ahogando el mar en plásticos. Aunque se aumenten los gastos en limpieza de playas y fondos marinos, la basura vuelve con insistencia. Por ello, es preciso abordar el problema desde su origen y afrontar un cambio cultural que nos haga asumir que el mar no es un vertedero».