Tres regiones españolas corren un alto riesgo de convertirse en un desierto, mientras una cuarta sufre ese mismo problema en la mitad de su territorio, según un informe del Ministerio de Medio Ambiente. Las tres regiones más afectadas por la desertización son las de Valencia y Murcia, en el suroeste del país, y el archipiélago de Canarias, ubicado frente a las costas del oeste de África.
Según el informe de Medio Ambiente difundido durante unas jornadas sobre desertización celebradas esta semana en Madrid, la mitad del territorio de la región de Andalucía, que ocupa gran parte del sur español, también está afectada por este problema.
Para mitigar esa situación y tratar de paliar los efectos de la desertización en España el Ministerio de Medio Ambiente invertirá en los próximos cuatro años cerca de 100 millones de dólares.
La desertización y la degradación del medio que conlleva ese proceso en España es consecuencia de factores tanto climáticos como humanos, según el documento. Para reducirlos, el Gobierno planea actuaciones como la implantación de una cubierta vegetal protectora y fijadora de suelos, que tolere las condiciones de aridez extrema, la escasez de agua y las tensiones derivadas del cambio climático.
España sufre actualmente una de las sequías más severas de las últimas décadas, que ha provocado que las autoridades arbitren una serie de medidas para limitar el consumo de agua potable y para riego.