México ha perdido el 90% de sus selvas y bosques tropicales -que cubrían un cuarto de la superficie del país- en las últimas cuatro décadas, según un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Cada año desaparecen unas 650.000 hectáreas, estimó el director del Instituto de Biología de la institución, Héctor Hernández, quien considera que la situación es «alarmante». Por esta razón, urgió al Gobierno federal a adoptar medidas que permitan conservar los bosques y frenar su destrucción.
El investigador señaló ayer que las principales causas de la pérdida de la selva tropical mexicana son la deforestación y el asentamiento de actividades productivas en zonas que en antaño eran casi inexploradas. A ello agregó las invasiones territoriales y los frecuentes problemas agrarios en las zonas colindantes.
Las selvas tropicales mexicanas son representaciones nacionales de los ecosistemas terrestres más diversos que existen en el planeta. Estos ecosistemas alojan del 60-80% de las especies de plantas y animales conocidas hasta el momento. Sin embargo, están desapareciendo a una velocidad alarmante como resultado de las actividades humanas.
Los conocimientos de los científicos acerca de los elementos bióticos que componen estos enclaves naturales son especialmente pobres. De hecho, hasta el momento sólo se ha identificado un 20-30% de las especies que contienen.
A pesar de la transformación que están sufriendo estas selvas, siguen siendo reservorios importantes de la biodiversidad originalmente presente ellas. Los expertos aseguran que su conservación es fundamental, ya que el germoplasma -parte de la planta que se puede usar para hacer crecer una nueva- que contienen representa una riqueza biológica que es parte del patrimonio natural de la humanidad y un potencial genético aprovechable.
El actual proceso destructivo ha hecho que los remanentes de selva tropical húmeda en México se conviertan en una colección de fragmentos o islas de selva de extensiones variables y con diferentes historias de aislamiento que se despliegan por el sur de México, en Estados como Veracruz, Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán, Quintana Roo y partes de Oaxaca.
