Montañas submarinas en peligro

La pesca de arrastre está afectando gravemente a estas formaciones rocosas del fondo oceánico y a la rica biodiversidad que allí habita
Por Alex Fernández Muerza 2 de julio de 2007

Las profundidades marinas están repletas de formaciones montañosas ricas en biodiversidad que los seres humanos están poniendo en peligro. Asociaciones ecologistas como Oceana o WWF/Adena aseguran que la pesca con redes de arrastre de fondo y la explotación mineral están acabando con este rico ecosistema.

Más de la mitad de los océanos corresponde a las zonas profundas o abisales. Allí se erigen entre 30.000 y 100.000 montañas de más de 1 kilómetro de altura, sin contar las miles de colinas o montículos de menor tamaño. Su origen es en gran mayoría volcánico, y poseen una forma generalmente cónica, aunque un pequeño porcentaje procede de la fractura de los continentes o de los choques entre las placas tectónicas.

Según WWF/Adena, este espectacular entorno del que se ha explorado menos de un 0,2% sirve de hábitat para multitud de bosques, arrecifes de corales y especies de seres vivos de los que apenas se conoce una ínfima parte. A partir de las escasas investigaciones, se estima que podría haber entre 500.000 y 10.000.000 de especies viviendo en esta zona abisal. Además, estos montes submarinos son vitales puntos de detención para algunos animales migratorios como las ballenas.

En estas montañas submarinas podría haber viviendo entre 500.000 y 10.000.000 de especies
Por su parte, Greenpeace recuerda que las comunidades de corales, gorgonias, esponjas y demás seres vivos de las profundidades abisales son fuentes de productos naturales y poseen un enorme potencial -en gran medida no investigado- para ser utilizadas en productos farmacéuticos, pesticidas naturales, cosméticos y otros productos comerciales.

Los expertos subrayan la fragilidad de estos paraísos submarinos y los peligros que les acechan. Los responsables de Oceana recuerdan que se trata de especies endémicas, únicas en una zona concreta, lo que las hace especialmente vulnerables a la degradación. Asimismo, añaden, estos accidentes geográficos son unos auténticos oasis de vida, conservando en ocasiones especies distintas a las de sus alrededores.

En cuanto a su principal amenaza, un informe de WWF/Adena, la Unión Mundial para la Naturaleza (IUCN) y el Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC en sus siglas inglesas) apunta a la pesca de arrastre de profundidad, al llevar al colapso a especies comerciales y a otras que la ciencia ni siquiera conoce, y destruir ecosistemas sensibles como los corales de agua fría, que han tardado milenios en crecer.

En este sentido, en las zonas en las que se ha practicado este tipo de pesca, se han comprobado reducciones del número de especies de un 59% y destrucciones de hasta un 90% de los corales de profundidad. Según WWF/Adena, el 95% de estas capturas corresponde a flotas de 11 países, entre los que destacan España, Rusia y Nueva Zelanda, seguidos de Portugal, Noruega, Estonia, Dinamarca/Islas Feroe, Japón, Lituania, Islandia y Letonia.

Prohibiciones y moratorias

Los Ministros de Pesca de la Unión Europea aprobaban en 2005 la prohibición de la pesca de arrastre de fondo en todas las montañas marinas de Azores, Madeira y gran parte de Canarias. Sin embargo, Oceana recuerda que todavía quedan bastantes zonas sin proteger, como las ubicadas en la Zona Económica Exclusiva peninsular de España y Portugal o en aguas internacionales. En este sentido, destaca por ejemplo el Banco Concepción (a unas 60 millas al nordeste de Lanzarote), así como varias montañas submarinas del Mediterráneo, el Mar Tirreno o el Mar de Alborán.

Por su parte, Naciones Unidas discute una moratoria a este tipo de pesca hasta que no haya información científica suficiente que siente las bases para una gestión racional de estas pesquerías. En este sentido, la Coalición para la Conservación de los Fondos Marinos (DSCC, en sus siglas inglesas) una alianza de más de 30 organizaciones internacionales, es firmemente partidaria de poner en marcha cuanto antes esta moratoria.

En cuanto a España, desde WWF/Adena se afirma que apenas ha comenzado a identificar lugares de alta mar dignos de protección. Por ello, esta organización ecologista ha identificado 14 montañas y cañones submarinos de gran importancia ecológica que deberían liberarse del arrastre de profundidad e incluirse en la red del Convenio OSPAR, que protege el entorno marino del Nordeste Atlántico.

En cualquier caso, los responsables de Oceana confían en que la revisión de la Directiva de Hábitats en la UE y los acuerdos internacionales como OSPAR y la Convención de Barcelona en la zona mediterránea establezcan la protección de todos estos parajes submarinos.

Las montañas submarinas más importantes del planeta

Las principales montañas submarinas en cuanto a tamaño y cantidad se encuentran en el Océano Pacífico, mayoritariamente en las costas de Hawai, en el golfo de Alaska, la fosa chileno-peruana, y el mar de Coral.

Asimismo, la mayor cordillera marina del mundo se encuentra en el Océano Atlántico: La Dorsal Atlántica se extiende desde Islandia hasta la Antártida recorriendo más de 20.000 kilómetros de fondo marino. En Europa, uno de sus patrimonios montañosos más importantes se ubica en su zona sur, frente a la Península Ibérica y entre los archipiélagos de Azores, Madeira y Canarias.

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