Muere uno de los cachorros de lince nacidos en cautividad tras pelearse con su hermano

Los ecologistas piden más vigilancia para evitar hechos de este tipo y recuerdan que todavía queda mucho por hacer para garantizar la conservación de esta especie
Por EROSKI Consumer 12 de mayo de 2005

«Brezina», uno de los tres cachorros de lince nacidos en cautividad el pasado mes de marzo en Doñana, murió en la madrugada de ayer tras una pelea con su hermano de camada, «Brezo», el único macho, que resultó magullado de pronóstico reservado. La otra hembra, «Brisa», salió ilesa y sigue al cuidado de la madre, «Saliega».

A pesar de la videovigilancia constante durante las 24 horas, los responsables del programa de cría en cautividad del Centro «El Acebuche» no pudieron impedir la pelea entre los cachorros. Los técnicos retiraron de la zona de reproducción al ejemplar herido para valorar su estado y curar las heridas. Asimismo, se recabó la colaboración de un traumatólogo especializado en felinos que confirmó que «Brezo» no tiene ninguna fractura, aunque presenta magulladuras de pronóstico reservado.

El equipo que dirige la veterinaria Astrid Vargas ha optado por no volver a introducir al lince herido en el recinto de cría para garantizar su completo restablecimiento. Con mes y medio de edad, los cachorros están en la fase denominada «peridestete», en la que pueden comenzar a comer alimentos sólidos, por lo que no es imprescindible que siga junto a la madre.

Riñas habituales

Las peleas entre hermanos suelen ser habituales en los felinos, incluso cuando son pequeños, muchas veces por rivalidad, aseguran los expertos. En este caso, los cachorros estaban jugando y de repente comenzaron a agredirse los dos más grandes; la madre se percató y corrió hacia ellos para intentar separarlos, pero el incidente se produjo con tal rapidez que no llegó a tiempo. Los técnicos aventuran que la muerte haya podido producirse por mordedura en la tráquea, aunque los datos concretos se conocerán una vez realizada la necropsia.

El Ministerio de Medio Ambiente, la Junta de Andalucía y el equipo del Plan de Cría en Cautividad del Lince Ibérico transmitieron su tristeza por la pérdida, aunque recordaron que es «preferible asumir este tipo de riesgos a manipular a los animales» de forma artificial.

Más vigilancia

El portavoz de las organizaciones conservacionistas en el Patronato del Parque Nacional de Doñana, Juan Romero, ha reclamado más vigilancia y control para evitar que se vuelvan a repetir hechos de este tipo. En su opinión, habría que «revisar por qué pasan estas cosas, y tomar todas las precauciones habidas y por haber», aunque no duda de la profesionalidad de las personas encargadas de la vigilancia de los linces.

Para este experto, se trata de un episodio de «cainismo», algo muy común en algunas especies, ya que incluso las crías de águilas se comen a sus hermanos más pequeños si les falta comida, aunque en este caso «ha sido más bien una pelea».

Pese a este suceso tan desgraciado, Romero confía en que el lince «se va a recuperar en cautividad, pero no hay que bajar la guardia ni perder las esperanzas».

Por su parte, Ecologistas en Acción advierte de que la muerte del cachorro «significa que aún resta mucho por hacer para garantizar la conservación de la especie». Esta organización cree que la prioridad debe ser la conservación del lince en su medio natural y que la cría en cautividad es «un as bajo la manga» que puede dar resultados a largo plazo.

En este sentido, confía en la labor de los técnicos del centro y les anima a seguir su trabajo. «Seguro que conseguirán resultados, pero hay que ser conscientes de que es la primera experiencia y, aunque se haya producido esta muerte, de todo se puede aprender y sacar beneficios y experiencias que ayuden a este proyecto en un futuro».

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube