Naciones Unidas reclama más recursos para frenar la desertización

Resalta el inevitable vínculo que existe entre este fenómeno y la pobreza
Por EROSKI Consumer 27 de agosto de 2003

La VI Conferencia de Naciones Unidas sobre Desertificación y Sequía, que se celebra en La Habana, comenzó oficialmente ayer con los primeros debates sobre este problema que afecta a más de 4.000 millones de hectáreas de la superficie terrestre del planeta. El evento, que reúne a jefes de Estado y Gobierno y delegados y expertos de 160 países, pretende llegar a acuerdos y estrategias para luchar contra la sequía y frenar el deterioro medioambiental.

Sin entrar aún a valorar los aspectos técnicos de cómo poner freno al avance de los desiertos, la reunión se centró ayer en resaltar el inevitable vínculo que existe entre desertificación y pobreza. Y es que la erosión del suelo es responsable de aproximadamente el 40% de la degradación de tierras a escala global, y la desertificación avanza a razón de más de seis millones de hectáreas anuales, al tiempo que cada año desaparecen 24.000 millones de toneladas de tierras fértiles, que son las que dan sustento a millones de personas.

Por tanto, si no se frena esta acción erosiva, seguirá ensanchándose la brecha entre ricos y pobres. Para ello, los participantes coincidieron en señalar la necesidad de una eficiente implementación de los recursos financieros. La desertificación cuesta al mundo 42.000 millones de dólares al año en concepto de pérdidas de ingresos, en tanto que el coste anual de la lucha contra este problema es de 2.400 millones de dólares. Esto equivale al 0,8% del monto que cada año transfiere el Tercer Mundo como pago por concepto de deuda externa.

Poca agua

La escasez de agua está directamente relacionada con el aumento de la desertificación. En el año Internacional del Agua Dulce, los expertos advierten de que 2.000 millones de personas sufren escasez de agua potable en el mundo y de que, de no parar el consumo humano, en un cuarto de siglo el hombre estará utilizando el 90% de los recursos de agua dulce de acuíferos, ríos y lagos.

Kofi Annan, secretario general de la ONU, dijo en La Habana que «más de un billón de personas no tiene acceso a fuentes de agua, mientras que 2,5 billones cuentan con agua no potable», a pesar de que el acceso a este bien es «un derecho fundamental del hombre».

A pesar de esta situación, es posible luchar contra la escasez de agua y la desertización a través de un consumo más responsable y el desarrollo de prácticas agrícolas sostenibles. Desde Naciones Unidas apuestan por conservar el carácter público del agua y promover el uso racional de este bien.

En cuanto a la desertificación, este organismo propone restaurar y fertilizar la tierra con abonos orgánicos que la regeneren, construir barreras con especies de plantas locales, estabilizar dunas de arena para combatir los efectos del viento y plantar nuevos árboles para mejorar la fertilidad de la tierra.

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