Cada persona produce más de un kilogramo de basura al día y una importante fracción de los residuos generados puede reutilizarse o reciclarse. Realizar una correcta separación de los residuos domésticos es fundamental para que el proceso de reciclaje se haga de forma adecuada y se obtengan unas tasas de reciclaje óptimas que ayuden a cuidar el planeta y cumplir con la normativa europea. En este artículo se recogen los errores más comunes al separar envases y se explica dónde deben depositarse para su posterior reciclaje.
Los materiales distintos requieren también de procesos diferentes de reciclaje, por eso es fundamental el papel del ciudadano a la hora de reciclar.
En los municipios, en general, se disponen de varios contenedores de colores diferentes (amarillo, azul, verde, etc.) para desechar en cada uno de ellos los distintos residuos que generan los consumidores en su domicilio. Pero ¿se tiene claro qué se debe echar en cada uno de ellos? Las cifras dicen que no, que a pesar de que cada vez estamos más concienciados y somos conscientes de la importancia de reciclar en casa, se han incrementado los «rechazos» en las plantas de reciclaje.
¿Qué sucede cuando no se separa la basura? ¿O cuando no se hace bien? Los residuos que terminan en el contenedor equivocado se denominan «impropios» y cuando estos llegan a una planta de reciclaje deben ser eliminados y, por tanto, ser rechazados (son los denominados «rechazos»). Esto evita que se recicle el 100% del contenido de cada uno de los contenedores e incluso que dificulte el proceso de reciclaje.
Errores más comunes
A pesar de tener buena intención y querer reciclar, habitualmente se cometen errores al separar los residuos en las casas. Los ciudadanos tienen muchas dudas sobre dónde depositar algunos residuos.
Muchas veces, con un residuo en la mano, es frecuente preguntarse ¿y esto a qué contenedor va? Todavía hay multitud de envases que los consumidores no son capaces de reconocer.
Los errores más comunes al separar envases son los siguientes:
🟡 Contenedor amarillo: «envases de plástico»
Es habitual pensar que cualquier objeto fabricado en plástico, una vez que no se necesita, va al contenedor amarillo. Pero esto no es así. Solo se debe depositar en el contenedor amarillo los envases de plástico, latas y briks.
❌ No se depositan en el contenedor amarillo:
- NO biberones y chupetes.
- NO cepillos de dientes.
- NO utensilios de cocina de plástico como espátula, escurridor, etc.
- NO guantes de goma.
- NO táperes.
- NO bolígrafos.
- NO cubos de playa.
- NO pinzas, ni perchas.
- NO juguetes de plástico (van al contenedor de fracción «resto», reutilización o a alguna ONG que los recogen y reparan para obras sociales).
- NO cintas de vídeo, ni casetes de música (al punto limpio).
Todo ello hay que depositarlo en el contenedor denominado de fracción «resto» (el contenedor de toda la vida).
🟢 Contenedor verde: «vidrio»
Mientras en el contenedor verde queda más o menos claro que se depositan botellas de vidrio, frascos de alimentación y frascos de perfume, los errores más comunes en el contenedor para vidrio son las bombillas, las cuales deben depositarse en un punto limpio de recogida de bombillas.
❌ Tampoco se depositan en este contenedor:
- NO lámparas fluorescentes, ni bombillas (al punto limpio).
- NO cristales de espejos ni de ventanas.
- NO cerámica, ni porcelana.
- NO ceniceros.
- NO vasos o vajillas, los cuales también deben depositarse en el punto limpio, para reutilización, etc.
- NO tapas, tapones, ni chapas de botellas, ni corchos (al amarillo).
- NO espráis (al amarillo).
🔵 Contenedor azul: «papel y cartón»
En el contenedor azul, por su parte, el principal error es verter en dicho contenedor un brik de leche, zumo, etc. pensando que es cartón, sin darse cuenta de que internamente presenta una capa de aluminio para conservación.
Los residuos de papel usados y sucios, tipo las servilletas o papel de cocina, deben desecharse en el contenedor de desechos orgánicos (el marrón) o contenedor de fracción «resto», en su defecto.
❌ No se depositan en el contenedor azul:
- NO briks (al amarillo).
- NO envases de poliestireno (al amarillo).
- NO papel de aluminio (al amarillo).
- NO bolsas de plástico (al amarillo).
- NO papel plastificado (al contenedor de fracción «resto»).
- NO papel o cajas de cartón sucias (al contenedor de fracción «resto»).
- NO pañales (al contenedor de fracción «resto»).
- NO celulosa y papel higiénico (al contenedor de fracción «resto»).
- NO papel de charcutería y carnicería (al contenedor de fracción «resto»).
- NO sobres de burbuja (al contenedor de fracción «resto»).
- NO sobres con ventana (al contenedor de fracción «resto»).
El reciclaje es uno de los principios de la economía circular. Consiste en obtener una nueva materia prima o producto, mediante un proceso físico-químico o mecánico, a partir de materiales en desuso. Reciclando los residuos de envases que generamos, conseguimos:
- Alargar el ciclo de vida de un producto.
- Ahorrar en materias primas y energía.
- Reducir la contaminación del aire y del agua.
- Disminuir la cantidad de residuos que se depositan en vertedero.