Ser ecológico, estar a la última y vestir con estilo. Todo ello es posible según la periodista y escritora británica Tamsin Blanchard (Liverpool, 1969), autora del libro “Green is the New Black“. La obra constituye una auténtica guía para los consumidores de hoy en día, cada vez más concienciados por el medio ambiente, pero también muy interesados por su imagen.
Para ello, el libro se nutre de diversas contribuciones de diseñadores y eco-expertos, y deja en evidencia que el mundo de la moda, al igual que otros sectores, también está empezando a asumir los patrones medioambientales y éticos. En este sentido, como afirma la modelo Lily Cole, autora del prólogo, en sus páginas se puede comprobar cómo los pequeños cambios de la mano de los consumidores pueden producir consecuencias a una escala mayor. Blanchard además escribe un blog en el que ofrece comentarios sobre esta nueva moda ecológica.
Debemos alejarnos de los fabricantes que venden demasiado barato a toda costaMi principal consejo es ser creativo. A través de la creatividad se gana en individualidad y, de esta manera, podemos escaparnos de los caminos trillados y alejarnos de los fabricantes que venden demasiado barato a toda costa. Debemos pensar en otras maneras de vestirnos, como hacer nuestra propia ropa, comprarla de segunda mano, adquirir vestidos de materiales reciclados, el intercambio de prendas, la personalización, etc.
Los consumidores debemos ejercer presión sobre las grandes empresas de moda para que cambien la forma en la que trabajan. Además, también podemos evitar el derroche consumiendo menos, cuidando mejor la ropa, adoptando una actitud más responsable a la hora de comprar y deshacernos convenientemente de nuestra ropa cuando ya no la vayamos a usar más.
Los consumidores debemos ejercer presión sobre las grandes empresas de moda para que cambien la forma en la que trabajanLas últimas tendencias en eco-moda van a llevar a hacer vestidos y diseños “más de moda”, y no sólo “eco”; creo que se trata del mayor desafío al que se enfrentan los diseñadores de mentalidad ecológica. Los consumidores queremos conjuntos lucidos, cómodos, atractivos, y no que parezcan hechos de cáñamo o hábitos de penitencia. Los fabricantes y diseñadores de moda ecológica tendrán que poner más atención en el diseño y en el acabado.
Las últimas tendencias en eco-moda van a llevar a hacer vestidos y diseños “más de moda”, y no sólo “eco”Es cierto que hay numerosas empresas que están saltando al tren “verde”, pero, en última instancia, no importa realmente cuáles son los motivos que las llevan a hacerlo, siempre y cuando el movimiento se mantenga y cobre más impulso.
No va a suceder de la noche a la mañana, aunque, en realidad, no tiene otra opción. De hecho, la industria está tratando de cambiar porque sabe que tiene que hacerlo.
Por dar algún nombre concreto, soy una gran admiradora de la empresa People Tree, pero, en general, de la ropa de comercio justo y de los vestidos de materiales ecológicos que están intentando ser parte de la solución y no del problema.
Por otro lado, es fácil señalar con el dedo a los “chicos malos” del sector de la moda industrial, pero creo que incluso las grandes corporaciones se están planteando cambiar, y que realmente tienen el poder para cambiar las cosas radicalmente. Por lo tanto, soy optimista. Creo que la situación va a mejorar.
Los pequeños diseñadores locales no suelen ser más caros que las marcas de renombreSí, es posible estar a la moda ecológica sin arruinarnos. Para ello, como explicaba antes, se puede comprar de segunda mano, intercambiar prendas con nuestros amigos, transformar la ropa que ya tenemos para darle un toque de frescura, y hasta buscar ofertas en eBay. Por otra parte, el precio siempre depende de lo que consumamos. Por ejemplo, se puede comprar a los pequeños diseñadores locales, cuyos productos no suelen ser más caros que los de las marcas de renombre.
La modelo Lily Cole escribió el prólogo de mi libro, y es un gran ejemplo de alguien que tiene conciencia ecológica y viste con gran estilo. Otros modelos que tienen una verdadera conciencia y un “look” fabuloso son Shalom Harlow o Angela Lindvall. Asimismo, Agyness Deyn es una gran fan de los mercadillos ecológicos donde se compra un montón de ropa. ¡Y también va en bici a todas partes!