Termina la Cumbre de la Tierra con escasos resultados obtenidos

El Plan de Acción y una Declaración Política final se cerraron con el esperado consenso
Por EROSKI Consumer 5 de septiembre de 2002

Tras casi diez días de debates, la Cumbre de Johannesburgo dejó ayer, en su jornada de clausura, una sensación amarga por los escasos resultados obtenidos. Buenos propósitos y grandes declaraciones de intenciones de los líderes políticos presentes, pero pocos compromisos concretos en la lucha contra la pobreza, la desigualdad y la degradación del planeta.

El Plan de Acción y una Declaración Política final sin aristas se cerraron con el esperado consenso, y la decepción de las ONG presentes, que abandonaron la sesión final en señal de protesta, después de abuchear la intervención del secretario de Estado de EE.UU., Colin Powell.

En algo coincidieron todos los presentes: los resultados de la Cumbre de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible no entusiasman a nadie. A partir de ahí, para los más optimistas, la cumbre ha servido para constatar la magnitud de los problemas que afronta la Humanidad, y ratificar que sólo son válidas las soluciones globales y la cooperación entre Norte y Sur, entre países ricos y en vías de desarrollo.

Entre estos, el ministro español de Medio Ambiente, Jaume Matas, concluía que, a pesar de las cesiones de la UE en sus propuestas más valientes sobre energía y medio ambiente, «los resultados, si no llega a existir esta Cumbre, serían muchos peores que los que existen hoy después de haber alcanzado estos acuerdos».

El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, también se mostraba confiado y veía la Cumbre de Johanesburgo como el comienzo de algo importante. «No debemos esperar de una conferencia como ésta que produzca milagros, pero debe generar el compromiso político», afirmó.

En relación a la anterior Cumbre de la Tierra de Río (1992), Johannesburgo «ha vinculado una reducción de la pobreza a la protección del medio ambiente e implica a ricos y pobres, ahora y en el futuro» por lo que «espero -añadió- que esto se convierta en una verdadera diferencia sobre el terreno».

La ONU se ha comprometido «a controlar la aplicación (de las decisiones de Johanesburgo) y a producir informes anuales sobre nuestros resultados, sobre las zonas en las que tengamos éxito, en las que fracasemos, y donde se debe hacer presión», precisó.

Tras Johanesburgo, afirmó, «la reducción de la pobreza está por completo en el orden del día, es una prioridad para nosotros», mientras que, «respecto al agua, tenemos un objetivo y hemos añadido un objetivo sanitario».

Esta cumbre «no es un acontecimiento aislado, sino que forma parte de un proceso», insistió ayer el secretario general de la ONU.

Para las ONG y representantes de la sociedad civil, ese es un rédito muy escaso y constituye una pérdida de un tiempo precioso, que ni el planeta, con sus niveles insostenibles de contaminación y un cambio climático galopante, ni el 80% de la humanidad que sobrevive en la miseria, están en condiciones de soportar.

«Esta cumbre es un crimen. En la actualidad, 6.000 millones de personas han sido traicionadas por sus gobiernos», denunció airado Ricardo Navarro, presidente de Amigos de la Tierra. Junto a él, la mayoría de las principales ONG presentes en la Cumbre abandonaron simbólicamente esta última sesión, para desvincularse de lo que consideran un claro fracaso por el desinterés de las grandes potencias en avanzar hacia un desarrollo sostenible.

Logros y fracasos

Agua: El compromiso de reducir a la mitad el número de personas que carecen de agua corriente en sus hogares, unos 2.400 millones, hasta 2015.

Protocolo de Kioto: La ratificación de Rusia y Canadá ha permitido un fortalecimiento del Tratado, que pretende reducir las emisiones de gas de efecto invernadero.

Biodiversidad: Reducir su pérdida para 2010.

Salud: Para el 2020, los productos químicos deberán ser usados y producidos de tal forma que no atenten contra la salud humana ni contra el medioambiente.

Energía: La Cumbre rechazó la propuesta de la UE y América Latina de fijar metas y fechas para el aumento, hasta un 15%, de las energías renovables.

Pobreza: Las ONG denuncian la falta de objetivos claros para luchar contra la pobreza y la desigualdad.

Economía: La reducción de los subsidios agrícolas y la apertura de los mercados no han registrado avance alguno debido a la oposición de los países industrializados.

Electricidad: No se ha definido cómo proveer de electricidad a los países pobres hasta el 2015.

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