El petrolero turco «Vicky», cargado con 70.000 toneladas de gasóleo y queroseno altamente inflamables, colisionó a última hora de la tarde de ayer con el «Tricolor», un buque noruego que permanece semihundido desde el 14 de diciembre en el Canal de la Mancha, frente a las costas meridionales de Inglaterra y a 36 kilómetros de Dunkerque (norte de Francia), según informaron los guardacostas británicos.
Al parecer, el «Vicky» logró desencajarse por sí solo tras impactar con el barco noruego. Las autoridades británicas han confirmado que no existe ninguna grieta en el petrolero por donde pudiera escapar el combustible, aunque los guardacostas franceses han advertido un fuerte olor a gasolina en la zona.
«De momento no es posible saber si la presencia del gasóleo representa un peligro inmediato, aunque desde el aire se percibe un ligero olor a fuel», señaló un portavoz de los guardacostas franceses, que en un primer momento temieron una nueva catástrofe ecológica similar a la del «Prestige».
El Paso de Calais, donde se encuentra semihundido el «Tricolor», es una de las zonas con mayor tráfico marítimo del mundo. Sin embargo, la profundidad de sus aguas en la zona donde se produjo la colisión no excede los 30 metros.
El buque noruego chocó el pasado 14 de diciembre, cuando navegaba desde Zeebrugge (Bélgica) con 2.862 automóviles nuevos a bordo, con el «Kariba», un carguero fletado por un armador francés. Posteriormente, se hundió por babor y desde entonces sale a la superficie durante la marea baja.
El «Vicky» no es el primer barco que choca con el «Tricolor». Dos días después del hundimiento, el carguero «Nicola», de las Antillas holandesas, impactó también con el buque semihundido sin que se registraran víctimas.
