Una nueva oleada de «chapapote» llega a las costas del Cantábrico

El vertido amenaza ahora la temporada turística en el litoral
Por EROSKI Consumer 19 de junio de 2003

Las playas del Cantábrico están sufriendo estos días una nueva oleada de «galletas» de fuel del «Prestige», que amenaza con arruinar la temporada turística en el litoral. El portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Jon Imaz, dijo ayer que su gabinete está dispuesto a cerrar las playas ante el más mínimo riesgo para la salud por la masiva presencia de restos de fuel desde el pasado domingo.

Ayer mismo se recogieron en las playas vascas cerca de 40 toneladas de «chapapote». Imaz reconoció que las condiciones meteorológicas habían influido en esa llegada masiva. Añadió que el problema puede persistir porque las manchas están muy fragmentadas y su recogida es más difícil.

De momento, la Dirección de Salud Pública del Gobierno vasco garantiza que el baño no entraña peligro para la salud, dijo el portavoz, al tiempo que negó, tal y como sugerían algunos grupos ecologistas, que se esté tratando de evitar la prohibición del baño para no arruinar la temporada veraniega. «Cerraríamos las playas, ya fuera 31 de julio o 15 de agosto, si existiera cualquier problema o riesgo para la salud», sentenció.

En Galicia, la llegada de nuevas «galletas» ha provocado también la alerta en muchos ayuntamientos costeros que temen perder las banderas azules. Ayer se retiraron casi 4.000 kilos de residuos de las playas del norte de Galicia, según datos oficiales. Sin embargo, vecinos de la playa lucense de Altar sospechan que se están ocultando las verdaderas cifras, tras descubrir una fosa con bolsas que, según ellos, podían contener fuel.

En cualquier caso, ninguna playa gallega ha sido clausurada y el baño está permitido en casi todas, excepto en dos zonas del municipio coruñés de Arteixo, cuyas aguas presentan cierto índice de contaminación más relacionado con las industrias del entorno que con el «Prestige».

En Asturias, al menos 13 arenales están afectados por la nueva invasión de fuel, especialmente la playa de San Lorenzo, en Gijón, que tuvo que ser cerrada el domingo al baño. Mientras, en Cantabria se están repartiendo estos días toallitas húmedas a la salida de las playas para que los usuarios puedan limpiarse los pies de fuel.

«Nuestro plan es tener servicios de vigilancia y limpieza para quitarlo inmediatamente». dijo al respecto de esta nueva oleada de «chapapote», la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, y aseguró que el trabajo de limpieza de los arenales afectados por la catástrofe está «casi concluido».

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