La tercera marea negra se cierne sobre las costas gallegas. El vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confirmó ayer que se han detectado tres grandes concentraciones de fuel, en una superficie conjunta de 411 kilómetros cuadrados, aproximadamente, en las proximidades del lugar donde se hundió el «Prestige». Las manchas empezarán hoy a acercarse a la Comunidad, impulsadas por un viento flojo del sureste que, tras cuatro días de tregua, parece aliarse con el carburante para multiplicar la devastación por el litoral, según la previsión meteorológica.
Ayer además se produjo la confirmación de que la popa del «Prestige» también presenta dos grietas -menores que las de la proa, porque ésa sección del barco se encuentra mucho menos deteriorada- , por las que sale su carga al mar.
Informes del «Nautile»
Mariano Rajoy explicó en Santiago que por el momento, y hasta que no lleguen los informes del batiscafo «Nautile», no se puede conocer ni la cuantía ni el estado de solidificación de los vertidos desde el petrolero, hundido a unos 3.800 metros de profundidad y a 260 kilómetros de la costa, pero confirmó que pudo avistar ayer desde el avión con el que sobrevoló la zona afectada dos grandes manchas irisadas, de unos 172 y 84 kilómetros cuadrados, respectivamente y otra más densa, de 155 kilómetros cuadrados, a unos 36 kilómetros del lugar del hundimiento. Los dos barcos de lucha contra la contaminación enviados a la zona tienen grandes dificultades para succionar el fuel por su escasa consistencia.
Una concentración de más de 25 placas de crudo, de diferentes tamaño y extensión se situaba ayer a 85 kilómetros al suroeste de la isla de Ons, mientras otras dos manchas de cuatrocientos metros cuadrados se alejaron algo del litoral del las Cíes, las más emblemáticas de las Islas Atlánticas, un parque nacional cuyo perímetro costero ha sido completamente asfaltado por una masa densa y viscosa, de olor penetrante e intenso, que se ha pegado a sus arenales y acantilados.
Un equipo de buceadores especializados inspeccionará a partir del próximo miércoles el entorno de los archipiélagos para determinar el impacto causado por el combustible en los fondos marinos, donde proliferaban especies tan sensibles como el coral blanco o el alga parda, junto a algunos de los más ricos bancos marisqueros de la región. La propietaria del restaurante de Ons, la única de las islas que tiene población permanente, mostraba ayer desolada la devastación provocada por la masa de fuel en los roquedales donde se criaban pulpos, centollas y nécoras. Es también un desastre para las aves, que podría provocar la extinción del arao común de España. Hasta el momento se han recogido y han sido tratados más de mil ejemplares de diferentes especies, aunque los ornitólogos estiman que han podido perecer más de 15.000 por los vertidos.
Habrá que esperar por otra parte a los resultados de la investigación de un equipo de submarinistas, que permitirá aclarar la veracidad de los comentarios científicos sobre la posibilidad de que el fuel se deposite en el fondo, multiplicando así las consecuencias del vertido sobre el ecosistema y los recursos pesqueros.
Por otro lado, hoy comienza la entrega de las ayudas aprobadas por la Xunta y el Gobierno, 40 euros al día para marineros y pescadores y una cantidad variable para armadores en función del tonelaje de sus embarcaciones.
20 años en recuperarse
El profesor del departamento de Biología Animal de la Universidad de Barcelona, Alex Aguilar, explicó ayer que las costas gallegas tardarán un mínimo de 15 a 20 años en regenerarse totalmente, y ello pese a que la recuperación será más rápida que la del litoral de Alaska tras el accidente del «Exxon Valdez», porque en las aguas más templadas se acelera la descomposición del crudo.
Aguilar, que fue galardonado en 2001 con el Premio Internacional de Biología Animal de la Universidad de Barcelona, elogió la disposición de voluntarios y marineros para luchar contra el crudo, pero precisó que el método realmente efectivo son las mangueras aspiradoras. En este sentido, lamentó que no se hayan movilizado para la operación de limpieza a barcos de servicios que se utilizan para extinción de incendios o como apoyo de las plataformas petrolíferas. «Estos barcos -indicó -tienen equipamientos que pueden ser mucho más útiles que las barcas de pesca».
