Amaxofobia: miedo a conducir

Lo que más miedo provoca es la manera de conducir de los demás
Por EROSKI Consumer 29 de agosto de 2005

Un estudio de la Fundación Mapfre revela que un tercio de la población sufre miedo a conducir. Un 18% de las personas con carné presentan miedo paralizante, lo que les obliga a usar el transporte público o a buscar a alguien que les conduzca su vehículo.

La amaxofobia tiene que ver con fobias relacionadas con el movimiento que afecta a distintas formas de viajar (miedo a volar, miedo a conducir,…) y esto supone una limitación importante en el desarrollo del día a día de las personas que sufren este trauma.

Las sensaciones pasan por ansiedad, incluso angustia, pesadillas anteriores y posteriores al viaje, sudor de manos, temblor, ideas negativas, irracionales, visualización de accidentes… Todo ello conlleva que, la persona que sufre de amaxofobia, tenga un cúmulo de sensaciones negativas y conduzca en tensión y con miedo.

La encuesta, realizada en Madrid capital y poblaciones de la comunidad entre 1.500 individuos, detectó un mayor miedo a conducir entre las mujeres que entre los hombres. Sobre el total de la población, un 33,3% de los encuestados dijeron sufrir miedo al volante. De ellos, dos tercios eran mujeres.

Si atendemos a la amaxofobia extrema, es decir, al miedo paralizante, el número de mujeres que afirman padecerlo dobla al de hombres, un 4% del total frente a un 2% entre los hombres. La causa más común, para ellos, es la disminución de capacidades; en ellas, una baja autoestima. La solución más común ante este miedo que impide conducir es utilizar el transporte público.

Centrándose exclusivamente sobre ese 33,3% de población que padece amaxofobia, la encuesta de la Fundación Mapfre detectó un 18% de casos de miedo paralizante, es decir, personas que tienen el carné de conducir pero no conducen.

Respecto a las circunstancias que producen miedo al volante, los hombres tienden a sentir miedo bajo los efectos del alcohol mientras la tendencia en las mujeres apunta más a los momentos en que se encuentran mal psíquicamente.

Sin embargo, lo que más miedo provoca, por encima de cualquier otra causa, es la manera de conducir de los demás. Otras circunstancias externas que aumentan el miedo de los conductores que padecen amaxofobia son la meteorología adversa, circular por vías desconocidas o con mucho tráfico, la conducción nocturna o viajar con ocupantes en el vehículo.

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