La construcción de una carretera debe prever si el trazado va a pasar por algún espacio natural, no solo por respeto al entorno, sino también por el peligro que la fauna puede suponer para los conductores. Es la conclusión a la que ha llegado la Asociación Española de Carreteras tras elaborar un estudio sobre la siniestralidad por causa de la fauna.
Para tomar las medidas necesarias está colaborando con la Fundación Biodiversidad en un proyecto denominado MIMAR (Mapa de Interpretación Medio Ambiental de la Red de Carreteras) que refleje las vías que transcurren por el 6% de nuestro territorio considerado paisaje protegido.
Asimismo, identificará los puntos negros donde más accidentes con animales se producen así como estadísticas sobre sus consecuencias y el tipo de animal que lo ha provocado. También está previsto confeccionar un inventario detallado de las vías verdes y pecuarias y aportar criterios para la señalización en el entorno de los parajes protegidos donde abunde la fauna salvaje, silvestre o domésticas.
Según los datos de un estudio desarrollado en colaboración con la Junta de Andalucía, caballos y perros abandonados son los responsables de la mayoría de accidentes. La provincia más problemática es Huelva, por el parque de Doñana.
