El efecto elefante: consecuencias usar mal (o no usar) el cinturón de seguridad

Los pasajeros del asiento trasero también deben abrocharse el cinturón. En caso de colisión pueden salir disparados con una fuerza equivalente a 4,2 toneladas, un peso similar al de un elefante.
Por Sonia Recio 29 de agosto de 2022
Colocarse bien el cinturón es vital
Imagen: cfarnsworth
El cinturón de seguridad es obligatorio para todos los pasajeros de un coche, incluidos los de los asientos traseros. No llevarlo, además de ser una infracción penada en la nueva ley de Tráfico con 200 euros de multa, supone exponerse a un riesgo innecesario. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), con este dispositivo bien abrochado la probabilidad de muerte en un accidente de tráfico se reduce de tres a una. Y es especialmente importante para quienes ocupan las plazas posteriores, ya que, en caso de sufrir un impacto frontal a una velocidad de 60 km/h, un pasajero de 75 kilos sin cinturón golpearía el asiento delantero con una fuerza equivalente al peso de un paquidermo, unas 4,2 toneladas. Este fenómeno se conoce como “efecto elefante”. Como recogemos a continuación, la Unión Europea, dispuesta a acabar con esta peligrosa costumbre, obliga desde este año a incorporar un aviso del cinturón de seguridad en las plazas traseras a los coches de nueva homologación. Sin embargo, de poco sirve si nos lo ponemos mal. Mira cómo hacerlo bien.

Cómo debe abrocharse el cinturón de seguridad

Para asegurar la correcta efectividad del cinturón de seguridad es imprescindible colocarlo de manera adecuada. Para saber si está bien abrochado, sigue estos consejos proporcionados por la DGT:

✅​ Bandas rectas

Cerciórate de que las bandas del cinturón no están retorcidas en ninguno de los segmentos. Esta circunstancia se da con bastante frecuencia en los sistemas de retención infantil del grupo 2 (alzadores con respaldo). Las cintas del cinturón suelen engancharse en la zona de guiado de la silla, volteándose.

✅​ Colocación correcta de las bandas

Las bandas deben ir apoyadas sobre los huesos del cuerpo. La diagonal ha de pasar por la clavícula, pasando entre el hombro y el cuello. La central tiene que ir por debajo del abdomen, en las caderas.

✅​ Cinturón bien tensado

El cinturón debe quedar apoyado en el cuerpo, no han de quedar holguras. Si va suelto, la efectividad no será la correcta. No se deben usar cojines, pinzas o enganches que limiten el recorrido de las bandas o abrigos voluminosos.

✅​ Comprobación final

Antes de iniciar la marcha conviene pegar un tirón a la banda diagonal para certificar su ajuste.

Errores más frecuentes al usar el cinturón de seguridad

El cinturón previene de accidentes
Imagen: freestocks-photos

Colocarse un cinturón de seguridad de mala manera o, lo que es peor, no hacerlo puede resultar fatal. Estos son los principales fallos que cometen los ocupantes de un vehículo:

😖 Poner pinzas

Retener el cinturón con una pinza o un enganche para que no apriete es muy peligroso. Hacerlo resta eficacia a este sistema de seguridad. En caso de accidente, el cinturón no retendrá el cuerpo de forma adecuada: las posibilidades de impactar contra el volante, el salpicadero o los asientos delanteros serán muy elevadas.  

😖 Efecto submarino

Si no estamos bien sentados, el cinturón no nos contendrá eficazmente. No debemos acomodarnos sobre cojines, utilizarlos para apoyar la espalda o inclinar en exceso el respaldo.

Si se produce una deceleración, el cuerpo puede deslizarse bajo la banda abdominal del cinturón. Esta situación se conoce como efecto submarino y tiene fatales consecuencias:

  • Al desplazarnos hacia delante, el riego de impactar contra el volante, el salpicadero o los asientos delanteros es mayor.
  • El cinturón, al estar mal colocado, presionará sobre las partes blandas del cuerpo, lo que puede derivar en lesiones internas graves.
  • Además, al deslizarnos hacia la parte inferior del habitáculo, las posibilidades de sufrir años aumentan, sobre todo fracturas en las piernas.

😖 Efecto elefante

Los ocupantes de los asientos traseros también deben abrocharse el cinturón de seguridad. No están exentos de experimentar las leyes físicas. Si el coche se detiene o choca con brusquedad, padecerán la misma deceleración.

A 60 km/h, un pasajero de 75 kilos que viaje en las plazas traseras sin cinturón golpeará el asiento delantero con una fuerza equivalente a 4,2 toneladas, el peso de un elefante. Esto podría matar o lesionar de gravedad a los ocupantes de los asientos delanteros.

La alerta de cinturón trasera será obligatoria en 2024 en los coches nuevos
Imagen: OpenClipart-Vectors

Alerta del cinturón de seguridad en las plazas traseras

Con el programa «Visión Cero», la Unión Europea pretende reducir las víctimas mortales y los heridos graves por accidente de tráfico prácticamente a cero en 2050. Entre las últimas medidas adoptadas está la incorporación de ocho Sistemas Avanzados de Ayuda al Conductor (ADAS) en los vehículos nuevos homologados en Europa a partir de 2022 y en los nuevos vendidos a partir de 2024.

Entre esos ADAS obligatorios está el aviso de cinturón de seguridad en las plazas traseras. Mediante un sensor de carga y otro situado en la hebilla del cinturón, el sistema determina si una plaza está ocupada. Si el coche supera los 25 km/h, recorre una distancia predeterminada o los pasajeros no se abrochan el cinturón con rapidez, se accionará una señal acústica. Funciona, por tanto, de manera similar a los avisadores de las plazas delanteras (perceptivos desde 2014).

Así funciona el cinturón de seguridad
El cinturón de seguridad tiene más de un siglo de historia. Se creó a finales del XIX para sujetar a los ocupantes de los coches de caballos. Su demostrada utilidad hizo que se aplicara, años más tarde, a la aviación. Sin embargo, no fue hasta 1950 cuando llegó a los automóviles. Ford fue el primero en instalarlos y Volvo inventó los de tres puntos. Cuando el fabricante sueco liberó la patente en 1959, el resto de las marcas los incorporaron a sus vehículos.

El cinturón sirve para que los pasajeros de un vehículo amortigüen su deceleración en caso de frenada. Actúa en combinación con otros dos importantes elementos de seguridad pasiva del automóvil: el airbag y el reposacabezas. Pero de los tres, es el sistema de seguridad pasiva más importante. Según las estadísticas, es el que más vidas ha salvado desde que se incorporó a los coches.

En España los cinturones delanteros son obligatorios desde 1974. Los traseros se impusieron más tarde, en 1992. No llevarlo abrochado se considera infracción grave, penalizada con 200 euros de multa. Del pago se debe hacer cargo el pasajero sancionado, no el propietario del vehículo. Si quien incumple la ley es el conductor, perderá cuatro puntos del carné.
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