Atascos y accidentes

El cansancio, el mal humor y las prisas influyen negativamente en la conducción
Por Clara Fraile 28 de diciembre de 2005

La siniestralidad en la carretera durante las fiestas navideñas es noticia cada año generalmente porque aumenta respecto a años anteriores. Según la Dirección General de Tráfico, alrededor de 200 personas perecen anualmente durante esas fechas por accidente de tráfico debido a las malas condiciones climáticas, especialmente al hielo y a la niebla. ¿Cómo evitarlo? La DGT recomienda que los conductores sean precavidos, que respeten las normas de circulación y extremen las precauciones los próximos fines de semana. ¿Qué pautas hay que seguir antes de iniciar la ruta? En primer lugar es necesario informarse del estado de las carreteras, revisar el vehículo antes de emprender el viaje y afrontar descansados y con paciencia y tranquilidad las probables retenciones en las vías de entrada y salida de las grandes ciudades. Como recomendación general, se aconseja utilizar el sentido común, conducir con prudencia, vigilar la distancia de seguridad, llevar cadenas y moderar la velocidad.

El factor humano y otros más

A lo largo del año hay determinadas fechas que se caracterizan sobre todo por los atascos que se forman en las vías de acceso y salida de las grandes ciudades. Los días más señalados de la Navidad son propicios a estas retenciones, debido a los millones de desplazamientos que se producen para hacer realidad los encuentros familiares, la celebración de banquetes y cotillones, las compras y el intercambio de regalos.

El factor humano y otros más

La Dirección General de Tráfico asegura que cada año en estas fiestas perecen alrededor de 200 personas en los accidentes de tráfico. Además, los días de mayor volumen de circulación vienen frecuentemente acompañados de condiciones meteorológicas adversas que hacen sumamente complicada la conducción. El 31 de diciembre es un día “especialmente peligroso”, advierten desde la DGT. El pasado puente de la Constitución y la Inmaculada murieron 98 personas en las carreteras españolas, de ellos un tercio no llevaba puesto el cinturón de seguridad y casi la mitad circulaba a velocidad “inadecuada”. Al presentar este trágico balance, el subdirector de Circulación de la DGT, Federico Fernández, recordaba que el conductor ha de ser consciente de que la velocidad adecuada “puede ser bastante inferior” a la máxima permitida.

Un ejemplo “muy claro”, según la DGT, de que “no se circula a la velocidad adecuada” fue lo ocurrido este puente en la A-6 a su paso por Betanzos (La Coruña), donde en medio de una intensa niebla se registraron dos colisiones múltiples con 34 vehículos implicados en los dos sentidos de la carretera. Murieron tres personas y 14 resultaron heridas leves. “Lo importante es llegar”. Si nos encontramos con una gran caravana, lo mejor es armarse de paciencia y tranquilidad. Ésta es la recomendación del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC). Desde esta entidad, Fernando Santamaría advierte de que “el mal humor y la desesperación” no deben influir en la conducción, a pesar de que gran parte de los vehículos “salen a la carretera a la misma hora”.

Ante las más que probables retenciones, Santamaría considera “imprescindible” que el conductor no pierda el control del automóvil en ningún momento, algo que conlleva “guardar la distancia de seguridad” y “no cometer acciones bruscas con el acelerador o con el freno”, ya que pueden sorprender al resto de automóviles y provocar situaciones de peligro.

El doctor Carlos Martín, médico de atención primaria y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, además de experto en prevención de accidentes, asegura que algunos conductores sufren auténticos trastornos de personalidad.

Algunos conductores sufren auténticos trastornos de personalidad

“El hecho de enfrentarse a la frustración de tener que esperar en una cola, en ocasiones después de varias horas de trabajo o de conducción, puede alterar el carácter de algunas personas”. Conocer de antemano si se posee este perfil, algo que debiera hacerse con ayuda del médico de cabecera si éste dispusiera de los datos sobre el índice de accidentes sufridos por sus pacientes -reivindica el doctor Martín-. Así, contribuiría a reducir las cifras de siniestralidad, ya que se podría ayudar a estas personas que con facilidad “pierden los nervios” a dominar su mal humor y a manejar mejor la situación.

En España no existe todavía una cultura de la prevención suficiente, según este especialista. El país está perfectamente preparado para atender a los heridos en un siniestro, pero no hay estudios y aún “queda mucho por hacer” en cuanto a la identificación y prevención de conductas de riesgo, remarca el doctor Martín.

Puesta a punto

El presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, considera muy importante el factor humano, sin dejar de lado el estado de las infraestructuras y del firme de la carretera. Recuerda que se debe prestar especial atención a los consejos y recomendaciones de la DGT. Desde la Asociación de Talleres de Madrid (ASETRA), instan a los conductores a realizar una revisión del estado del vehículo antes de salir a la carretera para evitar posibles averías.

En la puesta a punto del vehículo para los viajes invernales y ante la posibilidad de encontrar retenciones, se pide que los conductores se informen adecuadamente sobre el estado de las carreteras, por ejemplo a través de la página de la DGT, y que presten especial atención a algunos elementos fundamentales, entre ellos:

  • Revisar los neumáticos, pues el alto número de salidas de la vía que se producen últimamente podría reflejar problemas de falta de agarre.
  • Tener en cuenta que las paradas reiteradas, además de aumentar el consumo de combustible, afectan al sistema de frenos, el embrague y producen un calentamiento de algunos motores, especialmente de coches viejos o de aquellos que no están bien preparados.
  • Viajar con suficiente combustible en el depósito.

Fuentes de ASETRA insisten en que si al observar las señales luminosas del cuadro de mandos se detecta un calentón del motor, o bien se llega a producir un escape de vapor de agua, lo mejor es retirar el coche al arcén y avisar inmediatamente a la grúa “para evitar males mayores” en la mecánica del automóvil.

Extremar las precauciones

El Consejo General de Farmacéuticos y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) aconsejan al mismo tiempo a los conductores que extremen las precauciones durante los próximos fines de semana navideños y les exhortan a conducir sin prisas, con prudencia y a moderar la velocidad, pero además les advierten de la conveniencia de:

  • Estar descansados si se va conducir durante horas. En la conducción hay que poner todos los sentidos. Se debe dormir lo suficiente la noche anterior y realizar paradas cada dos horas para descansar. La fatiga del conductor juega un papel determinante en el 25% de los siniestros donde la única explicación posible es el fallo humano o la desatención. Los médicos de la Sociedad española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) advierten de las fatales consecuencias de una enfermedad tan poco conocida como frecuente entre los varones adultos españoles. Se trata de la apnea del sueño. Dormir mal es la segunda causa de accidentes de tráfico.
  • Evitar las comidas copiosas, que pueden producir somnolencia.
  • No consumir nada de alcohol si después se va a coger el coche. El número de muertos en accidentes de circulación a causa del alcohol puede situarse entre el 30% y 50% del total. La DGT asegura que si se consiguiera erradicar el consumo de alcohol entre los conductores, podría evitarse la muerte de al menos 1.000 personas al año.
  • No consumir otras sustancias psicoactivas (anfetaminas, cannabis, drogas de diseño…). Un análisis del Instituto Nacional de Toxicología sobre autopsias de conductores muertos encontró en un 10,2% de ellos sustancias ilegales, entre las cuales la cocaína fue la más habitual.
  • Si los conductores están siendo tratados con algún medicamento, es necesario informarse sobre su posible efecto en la capacidad de conducción. En caso de que el medicamento disminuya los reflejos, la capacidad visual o produzca somnolencia, se deberá evitar coger el coche. Según informa el Consejo General de Farmacéuticos, no hay que olvidar que la peligrosidad aumenta cuando se están tomando distintos medicamentos, ya que una combinación de varios puede potenciar estos efectos de somnolencia, visión borrosa, mareo, etc., sobre todo en los ancianos, que tienen un metabolismo con unas características diferentes a las de las personas adultas, o si se mezclan los medicamentos con el alcohol u otras sustancias. También hay muchos fármacos que ayudan a los enfermos a conducir en la medida que permiten a los pacientes controlar los síntomas propios de una enfermedad, por ejemplo una persona diabética controlada con un tratamiento adecuado. El Consejo cita un estudio en el que se observó que un 17% de los conductores utilizaba medicamentos, que podían o no afectar a la conducción, y que en el 26% de los casos de los pacientes tratados y que conducían el medicamento afectaba a la conducción.
  • La impaciencia, la agresividad y los comportamientos competitivos aumentan la predisposición a realizar una conducción temeraria, a tomar decisiones arriesgadas y a no respetar las normas de circulación. Conviene tener esto en cuenta e intentar mejorar el control del estrés. Para ello hay que hacerse a la idea de lo que posiblemente nos vamos a encontrar, realizar las paradas precisas, llevar a los niños entretenidos y con el sistema de retención apropiado, haber dado de comer a las mascotas etc.
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