España cuenta con uno de los parques automovilísticos más viejos de Europa. Así, el 35% de los turismos tiene más de diez años de antigüedad y la edad media de los coches que se dan de baja supera los 13 años, según datos del Servicio de Estudios del BBVA.
En el año 2003, sólo el 43% del parque automovilístico español tenía menos de cinco años de antigüedad. Los coches con entre cinco y diez años suponían el 22% del total, y el resto estaba matriculado en 1993 o antes.
Estos datos revelan que aunque los coches apenas han subido de precio en los últimos años, con incrementos por debajo de la inflación, los conductores no han renovado sus vehículos.
Sí se ha registrado, no obstante, un importante aumento de las compras, pero los datos reflejan que las matriculaciones no han ido acompañadas de la retirada de los viejos vehículos.
La renovación del parque, según el BBVA, puede calificarse de «relativamente lenta». Si en 1999 la edad media de los vehículos que se daban de baja era de 14,3 años, cuatro años después ese promedio sólo había bajado en un año. Todo ello en un contexto en el que las familias han visto aproximarse su renta a la media de la UE y en el que el descenso de los tipos de interés han facilitado el acceso a los créditos necesarios.
Fuera de uso
Según el Servicio de Estudios de BBVA, cuantos más años tiene el vehículo más reacio es su propietario a cumplimentar los trámites para darlo de baja. Así, en los últimos años, el número de turismos con más de 30 años retirados de forma legal apenas llega al 1%. Además, la eliminación en 2003 del requerimiento de aportar en el trámite el último impuesto de circulación cuando el coche tiene más de 15 lleva a pensar que buena parte de los que se mantienen están fuera de uso.
Menos que en Europa
El ratio de turismos respecto a la población también dista de los valores europeos. Mientras en el Reino Unido el número de vehículos por cada 1.000 habitantes era en 2002 de 484, en España ascendía a 450. Una marca aún más alejada de la de Alemania -541- e Italia -582.
Los expertos auguran un repunte de las ventas a medio plazo hasta igualar los niveles de los países de nuestro entorno, y los fabricantes y las asociaciones de consumidores confían en que el Gobierno -que apuesta por la renovación y la lucha contra la contaminación- escuche su petición de ampliar el Plan Prever a las transmisiones entre particulares, que suponen el 44% de las ventas de coches de segunda mano. Desde 1994, más de 2,7 millones de vehículos se han acogido a las dos modalidades de programas estatales de ayuda a la renovación.
Después de un ejercicio récord como el de 2004, en el que se vendieron más de 1,5 millones de turismos, los analistas de BBVA creen que este año se comercializarán menos coches. Sin embargo, factores como la inmigración, la incorporación de la mujer al mercado de trabajo o hábitos como el establecimiento de muchas familias fuera de las ciudades conllevarán un gran ascenso de las ventas en un plazo breve de tiempo.