Este año los automovilistas de San Sebastián pagarán un 24% más en impuestos locales sobre el automóvil que los empadronados en Madrid; un 37,5% más que los residentes en Valencia, o un 365% más que los domiciliados en Melilla. Así lo pone de manifiesto un estudio realizado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que analiza las diferencias de fiscalidad entre las distintas capitales españolas, en lo que al impuesto municipal sobre vehículos se refiere.
La ley permite a cada ayuntamiento fijar libremente su tarifa dentro de unos márgenesEste impuesto fue creado hace 19 años y genera unos ingresos anuales de 2.186 millones de euros. La ley permite a cada ayuntamiento fijar libremente su tarifa dentro de unos márgenes. «Y es esta facultad discrecional -indica AEA – lo que ha dado lugar a que se creen en España verdaderos ‘paraísos fiscales’ en relación con el pago de este impuesto municipal».
Según el estudio de esta asociación, un vehículo tipo de 11 caballos de potencia fiscal paga en el Ayuntamiento de Melilla 17,04 euros; en Madrid 64 euros; en Barcelona 68,15 euros, y en San Sebastián 72,97 euros. Es decir, el impuesto es un 365% más caro en San Sebastián que en Melilla.
Entre los ayuntamientos más caros, además de San Sebastián, AEA cita en su informe los de Barcelona, Huesca, Castellón, Palma, Córdoba, Cádiz, Tarragona, Valladolid y Santander. Entre los considerados «paraísos fiscales» en cuanto al pago del citado impuesto estarían Melilla, Ceuta, Soria, Zamora, Pamplona, Palencia, Cáceres, Las Palmas, Cuenca y Pontevedra.
Las diferencias en el caso de las motos también son notables. Una motocicleta de 600 centímetros cúbicos paga en Melilla 15,15 euros. Sin embargo, en San Sebastián este mismo vehículo abona 66,64 euros, lo que supone un 340% más.
Miles de automovilistas matriculan sus vehículos en municipios con una menor presión fiscal, aunque no circulen realmente por ellos
Éxodo de vehículos
Pero las diferencias de tarifas no sólo se producen entre las capitales de provincia, sino también entre ayuntamientos de una misma provincia. Así, por ejemplo, la tarifa que cobra el municipio de Robledo de Chavela, en la Comunidad de Madrid, es siete veces más barata que la de Madrid capital; o dentro de Cataluña, la que cobra el municipio de Aguilar de Segarra es ocho veces inferior a la de Barcelona.
Esta situación ha motivado que miles de automovilistas cambien su lugar de empadronamiento para matricular los vehículos en municipios con una menor presión fiscal, aunque no circulen realmente por ellos. Así, en Alicante, municipio que a pesar de haber incrementado su población en tan sólo 82 habitantes, el ritmo de matriculación de vehículos de empresa se multiplicó por 700 el año pasado, pasando de 11 unidades en 2007 a 8.547 en 2008.
AEA afirma que el Gobierno está trabajando en una reforma del impuesto de circulación, de competencia municipal, como ya hiciera con el impuesto de matriculación, transferido a las comunidades autónomas.
El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, anunció recientemente que el Ejecutivo prevé modificar el impuesto de circulación conjuntamente con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) con el fin de vincular este gravamen a las emisiones contaminantes de los automóviles, de forma que pague más el que más contamine, como ya ocurre con el de matriculación.
Sin embargo, “hay quienes piensan que lo que pretende realmente esta reforma es la eliminación de los actuales ‘paraísos fiscales’ ante la protesta de los grandes municipios que, en los últimos años, han sufrido el éxodo de cientos de miles de vehículos de empresa que han abierto sucursales en ayuntamientos con una fiscalidad más favorable”, apunta la asociación de conductores.
