El nuevo reglamento de distribución de automóviles

Pese a la entrada en vigor de la nueva normativa de la Comunidad Europea para liberalizar las redes de venta, la pugna entre marcas y concesionarios proyecta sombras sobre el futuro.
Por EROSKI Consumer 2 de octubre de 2003

Estamos acostumbrados a comprar un electrodoméstico de cualquier marca en cualquier tienda. Sin embargo, esta elección no era posible a la hora de comprar un auto nuevo, ya que cada marca controlaba su propia red de concesionarios y talleres oficiales.

La nueva normativa amplía las posibilidades de elección del comprador, que desde el 2 de octubre de 2003:

Puede comprar su automóvil en cualquier país de la UE.

Ningún concesionario puede negarse a venderlo por instrucciones del fabricante o proveedor.

– El cliente tiene derecho a que se le entregue el vehículo que corresponde a las especificaciones técnicas y legales de su país de origen. Así, un inglés puede comprar un modelo con volante a la derecha en un concesionario holandés o español.

El concesionario no podrá imponer al particular ninguna cláusula para impedir que el vehículo sea revendido.

Los talleres independientes tendrán acceso a más información técnica de los nuevos modelos de automóvil. De esta forma se pretende garantizar mayor libertad de elección a la hora de elegir un taller.

Los vendedores de automóviles también se encuentran con un nuevo marco:

– Son libres de vender a precios inferiores a los recomendados por el proveedor.

Pueden vender vehículos nuevos de varias marcas en un mismo local.

Puede expandirse fuera de su territorio y abrir sucursales en cualquier otra región o país de la Comunidad Europea

No tienen la obligación de ofrecer servicios postventa. El reglamento de distribución les da la posibilidad de especializarse en la venta y subcontratar la postventa con otras empresas o talleres.

Sin embargo, las marcas se resisten a perder el control absoluto sobre su red de venta y postventa. La asociación Faconauto ha advertido de la cancelación masiva de contratos de las marcas con sus concesionarios. Asimismo, denuncia la imposición de nuevos contratos «altamente desequilibrados» a través de los que pretenden «reinventar un nuevo marco relacional de dudoso interés para el consumidor final que obvia los objetivos del nuevo reglamento».

Los concesionarios temen que sus márgenes de beneficio se reduzcan y eso provoque una subida de precios. La asociación que representa a los fabricantes, Anfac, señala que esta nueva normativa tenderá a armonizar el precio de un mismo modelo de automóvil antes de impuestos en toda la UE, pero descarta una subida espectacular por la fuerte competencia que impera en el sector.

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