Para el presente año la dotación del conocido Plan Prever se redujo un 24 por ciento, ascendiendo a un total de 86,5 millones de euros (14.400 millones de pesetas) Ya son menos los vehículos de más de 10 años, sin catalizador y que usan gasolina con plomo que quedan circulando por las carreteras.
La deducción no consiste en 721 euros (120.000 pesetas) como la gente comúnmente piensa, sino en una cifra entre 480 euros (80.000 pesetas) y el tope de 721 euros en función del impuesto de matriculación del vehículo.
Como cifra orientativa, se puede decir que un coche de 12.000 euros (2 millones de pesetas) rondará el tope de subvención, mientras que ésta será menor en proporción al menor precio del vehículo, pero sin bajar nunca de los 480 euros.
Eso si, las condiciones obligatorias son:
– Dar de baja definitiva el vehículo viejo.
– El vehículo viejo debe usar gasolina con plomo y no contar con catalizador.
– El vehículo nuevo no puede ser un diesel.
Las circunstancias han limitado la eficacia del Prever en cuanto a la renovación del parque. Los dos primeros planes, que finalizaron en el año 1997, no lograron su objetivo ante las históricas cifras de venta que se habían conseguido diez años antes, en los años 86 y 87 y el porcentaje de vehículos viejos aumentó ligeramente, lejos de disminuir.
Por otra parte, numerosas empresas de alquiler compran vehículos nuevos que, tras pocos años de uso, se revenden en el extranjero, eliminando del parque español coches con pocos años e incrementando así el porcentaje de aquellos con más de diez años. Entre 1995 y 1999 el porcentaje, en vez de reducirse, aumentó del 31 al 34 por ciento.
