La compañía automovilística Saab prueba una llave con alcoholímetro

Impide poner el coche en marcha si detecta alcohol, y distingue si el aire insuflado procede de una persona o de un objeto
Por EROSKI Consumer 11 de febrero de 2007

El fabricante de automóviles Saab está realizando pruebas con un centenar de coches en los que incorpora su innovador AlcoKey, un dispositivo muy sencillo, reutilizable y que cabe perfectamente en un bolsillo.

Incorpora una tapa que cubre una boquilla donde el conductor tiene que soplar para proporcionar una muestra de aliento antes de arrancar el coche. Un transmisor de radio envía una señal a la unidad electrónica de control del vehículo que, o bien permitirá arrancarlo, o lo inmovilizará en el caso de que la muestra analizada contenga alcohol por encima de la tasa legal permitida.

Antes de arrancar el coche el conductor debe soplar por la boquilla durante unos tres segundos hasta que la unidad emita un pitido. La muestra del aliento pasa por un sensor, y una luz verde o roja se enciende inmediatamente en el AlcoKey. La luz verde indica que la muestra es válida, y el inmovilizador electrónico del motor se libera permitiendo al conductor arrancar el coche. Si se enciende la luz roja el motor no puede ser puesto en marcha. Para evitar tener que soplar una segunda vez el vehículo se tiene que poner en marcha como mucho un minuto después de que se encienda la luz verde.

El AlcoKey también mide la temperatura de la muestra del aliento, permitiendo distinguir entre una muestra normal de una persona, o por ejemplo, aire de un balón o un hinchador de pié.

El chequeo se puede hacer antes de entrar en el coche, pues el dispositivo tiene un radio de acción de diez metros. Su precio rondará los 300 euros.

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