Ha llegado a España una nueva experiencia avalada por los resultados obtenidos en Europa. Se trata de reducir la velocidad de circulación en áreas residenciales para que disminuyan los accidentes y ruidos del tráfico.
Las «Zonas 30» son áreas residenciales o comerciales de grandes ciudades por las que no discurren vías principales ni soportan grandes densidades de tráfico. En ellas se limita la velocidad del tráfico y se consigue rebajar el número de accidentes y su gravedad, así como las molestias ocasionados por los vehículos.
Esta actuación se conoce como «pacificar el tráfico» y tiene por objetivo conseguir una movilidad más sostenible y mejorar la calidad de vida en los barrios donde se aplica.
Las primeras experiencias han tenido lugar en Suiza, Francia, Reino Unido e Italia. A España la iniciativa ha llegado más tarde y se ha concentrado en las dos ciudades más grandes: Madrid, con su proyecto «Calle 30», y Barcelona, donde determinadas áreas urbanas han reducido su límite de velocidad a 30 km/h.
La habilitación de una Zona 30 implica determinadas reformas urbanísticas: nuevos elementos de señalización, restricción de los usos en la calzada, puertas de acceso reconocibles al área, modificación del pavimento y reestructuración de los cruces.
La misma Carta Europea de la Seguridad Vial en Zonas Urbanas indica que la velocidad tiene una influencia importante en los accidentes y en su gravedad, y establece las políticas de gestión y control de velocidad como el primer principio que han de seguir las administraciones locales.