Advierten del peligro de usar gafas de sol de mala calidad

Pueden provocar graves trastornos en la visión
Por EROSKI Consumer 7 de agosto de 2002

La Dirección General de Comercio y Consumo de la Generalitat de Valencia advirtió ayer del peligro de usar gafas de sol de mala calidad que no se ajustan a la normativa vigente para que cumplan su objetivo básico de «proteger al ojo sin renunciar a una buena calidad visual».

En este sentido, el consumidor debe exigir una serie de garantías que «se han visto relegadas por la popularización de este artículo como complemento de moda y su consiguiente fabricación masiva sin que se garantice una adecuada protección «.

Estas gafas de sol de mala calidad se distribuyen, por lo general, en mercadillos y establecimientos no especializados. Muchas personas «guiadas erróneamente por la búsqueda de un precio bajo no son conscientes de los graves trastornos visuales que puede implicar su uso». Consumo de Valencia explica que «es necesario que las gafas de sol sean realmente filtros de protección, ya que las que no están homologadas y no cumplen las normas ISO de la Unión Europea pueden provocar problemas visuales como son la distorsión de los objetos o la modificación en la percepción de los colores».

Cada gafa de sol debe adaptarse a las características y necesidades del usuario para que su visión sea óptima. Así, cada uno de estos artículos llevará inscrito el número de grado de protección.

En definitiva, la adquisición de unas gafas de sol debe hacerse «en establecimientos autorizados en donde se tenga en cuenta estos factores bajo la supervisión de un especialista capaz de aconsejar el filtro de protección solar más adecuado al cliente».

Para comercializar cualquier gafa de sol en la Unión Europea, el fabricante o mandatario debe asegurar que el producto cumpla los requisitos esenciales de conformidad de acuerdo con las normas de calidad y seguridad vigentes en el territorio comunitario.

Así, estos productos deben llevar el marcado de la CE, bien grabado o adherido al artículo en una etiqueta o en el envase. Además, en el etiquetado debe aparecer, en la lengua oficial del Estado, la identificación de la clase a la que pertenece o la categoría de su filtro, el nombre y dirección del fabricante, las instrucciones de almacenamiento, uso, limpieza y mantenimiento o desinfección aconsejados por el fabricante, así como los consejos y advertencias de seguridad en caso de que, por ejemplo, estén fabricadas con un tipo de filtro que no sea apto para la conducción de vehículos.

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