Tomar el sol bajo el efecto de algunos medicamentos, generalmente antiinflamatorios, sulfamidas y diuréticos, puede provocar reacciones alérgicas en la piel, por lo que los expertos recomiendan extremar las precauciones e informar a los pacientes de los posibles riesgos que conlleva la exposición al sol.
El coordinador del Comité de Alergias Cutáneas de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), Daniel Muñoz Lejarazu, aconseja en un comunicado «extremar la protección solar o no continuar con el tratamiento farmacológico, aunque se trate de un día nublado».
La SEAIC alerta sobre el peligro de combinar determinados fármacos, que en condiciones normales son inofensivos, con los rayos ultravioleta, ya que éstos provocan una reacción química en el producto que al mezclarse con las proteínas de la piel desencadena la fotoalergia.
Muñoz Lejarazu explica que normalmente se trata de manifestaciones cutáneas que vienen acompañadas de un intenso picor y cuya gravedad depende de la cantidad del medicamento que se haya consumido y del tiempo de exposición al sol; los primeros síntomas, indica, tardan entre 24 y 48 horas en aparecer.
Una sencilla forma de diagnóstico de este tipo de alergias es la de fijarse en aquellas zonas que no hayan sido expuestas a ninguna radiación solar, como la parte inferior del cuello, que en estos casos no presentarán ninguna afección.