Algunos hábitos de sueño pueden aumentar el riego de sufrir un ataque agudo

Evaluaron factores de riesgo de ataque agudo, como consumo de tabaco, hipertensión y diabetes
Por EROSKI Consumer 19 de febrero de 2001

Las personas soñolientas y los roncadores podría tener algo en común: un mayor riesgo sufrir un ataque agudo. El doctor Adnan Qureshi de la Universidad Estatal de Nueva York realizaron un cuestionario sobre hábitos de sueño en 1.348 adultos, y evaluaron sus factores de riesgo de ataque agudo, como consumo de tabaco, hipertensión y diabetes.

El 6 por ciento de los individuos había sufrido alguna vez un ataque agudo, mientras que el 7 por ciento presentaba una obstrucción parcial de la carótida, un importante factor de riesgo. Qureshi ha explicado que el 14 por ciento de los participantes que decían dormir más de 8 horas tenían antecedentes de ataque agudo o ataque isquémico. Por su parte, menos del 6 por ciento de las personas que duermen sólo 6 horas tenían una ataque de este tipo en su historial médico.

Además, las personas que decían quedarse dormidas a veces durante el día, que tenían problemas para mantenerse despiertas o que decían roncar, estaban expuestas a un mayor riesgo de ataque agudo.

El investigador ha señalado que la soñolencia diurna y los ronquidos son síntomas de la apnea, una condición que puede afectar al sueño, y que está asociada a la hipertensión y a la obesidad. Sin embargo, aunque Qureshi y sus colegas descubrieron una asociación entre hábitos de sueño y ataque agudo, no encontraron una relación similar entre estos hábitos y la obstrucción de la arteria carótida.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube