Aprobado en España un nuevo fármaco para el tratamiento de la leucemia

Este medicamento inhibe una enzima que origina la enfermedad
Por EROSKI Consumer 26 de abril de 2002

La Agencia Española del Medicamento ha aprobado la comercialización del fármaco «imatinib», a la venta bajo el nombre de «Glivec», para el tratamiento de la leucemia mieloide crónica (LMC). Este medicamento anticanceroso supera la eficacia y tolerancia de los tratamientos anteriores para la LMC, según informaron hoy expertos durante la presentación del fármaco en España.

Según el laboratorio que lo comercializa, Novartis, hasta ahora los fármacos tradicionales anticancerosos actuaban en los fenómenos periféricos, mientras que «imatinib» actúa contra el hecho central de la enfermedad. Así, el medicamento actúa inhibiendo específicamente una enzima (bcr-abl), que es la responsable de la transmisión anómala que realizan y que origina la enfermedad.

El responsable del Servicio de Hematología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, el doctor Jesús Odriozola, aseguró en la presentación que «imatinib» es un avance muy importante para las enfermedades cancerosas, ya que supera las deficiencias de tratamientos como la queimioterapia y la radioterapia, que actúan destruyendo las células malas, pero también pueden terminar con las sanas.

En España, unos 340 pacientes ya están tomando el fármaco, cuya financiación corre a cargo del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Por otro lado, el doctor Juan Luis Steegman, médico adjunto del Servicio de Hematología del Hospital de la Princesa de Madrid, aseguró que la leucemia mieloide crónica tiene una incidencia baja, ya que afecta a una persona por cada 100.000 habitantes. No obstante, señaló que se trata de una enfermedad terriblemente dañina, que al principio tiene una fase relativamente indolente, que dura unos 4 años, para convertirse después en una leucemia aguda.

En cuanto al tratamiento de esta enfermedad, este experto dijo que sólo unos pocos pacientes, en torno al 22%, tienen la posibilidad de realizarse un trasplante de médula ósea para curarse. Estos casos tienen un importante índice de supervivencia a largo plazo, afirmó.

Hasta el momento, a los enfermos que no tenían la posibilidad de los trasplantes se les venía tratando con una proteína natural, interferón alfa, que ha demostrado aumentar la supervivencia en el 25% de los casos, apuntó Steegman. A pesar de estos posibles tratamientos, el especialista cree que el nuevo fármaco abre nuevas expectativas de vida en los enfermos con LMC.

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