Investigación con células madre

¿Embrionarias o adultas? El origen de las células es el principal motivo de controversia
Por EROSKI Consumer 12 de noviembre de 2002

En el año 2025 habrá en todo el mundo 350 millones de enfermos de diabetes que deberán inyectarse cada día su dosis de insulina. En España existen actualmente 500.000 enfermos de Alzheimer diagnosticados, pero desde las asociaciones de familiares de estos enfermos se estima que la cantidad es mayor, ya que muchos ancianos nunca reciben un diagnóstico. Estos son sólo dos importantes colectivos de enfermos que vislumbran una mejor calidad de vida gracias a la investigación con células madre. Sin embargo, esta investigación suscita numerosas reticencias éticas y morales en determinados grupos de la población cuando se plantea la posibilidad de usar células madre de embriones humanos.

Qué son y para qué sirven las células madre

No es habitual que un debate científico alcance el nivel de la calle. Y, sin embargo, la investigación con células madre aparece en los informativos de máxima audiencia y se entrevista ampliamente a científicos que hasta ahora no habían salido de su laboratorio. Esto es así porque el uso de determinadas células, las denominadas células madre, ha provocado discrepancias éticas en la comunidad de científicos, la clase política y, por supuesto, la sociedad.

Las células madre son el gran hallazgo biológico de los últimos veinte años, ya que pueden reproducirse infinitamente y, en determinadas condiciones, convertirse en cualquiera de los tejidos u órganos que forman el cuerpo humano. Así, pueden utilizarse en el tratamiento de enfermedades que dañan o destruyen tejidos u órganos. Su uso más ambicioso es utilizarlas para la «fabricación» en laboratorios de órganos para transplante y para tratar o reparar los daños que causan en el organismo enfermedades como la hepatitis, la diabetes, el Parkinson o la enfermedad de Alzheimer.

No obstante, no todas las células madre proceden del mismo lugar. Y su origen es lo que provoca conflictos éticos y morales sobre su utilización.

Células madre adultas y embrionarias

Las células madre adultas se obtienen de tejidos adultos y se han encontrado en la médula ósea, la médula espinal, en el músculo, la grasa, e incluso en el cerebro. El uso de estas células no plantea ningún dilema ético, ya que se extraen de personas adultas y de determinadas parte de su cuerpo sin ningún daño ni lesión. Actualmente en España es el único procedimiento autorizado y ya se ha utilizado para tratamientos a pacientes con infarto (Clínica Universitaria de Navarra y Hospital Clínico de Valladolid). Las células madre adultas se denominan también multipotenciales porque pueden regenerar el tejido donde residen (corazón, hígado…). Esta es también su principal limitación, porque no ofrecen la misma capacidad que las células embrionarias para transformarse y reparar todos los órganos dañados. Como aspecto positivo, el uso de las células madre adultas impedirá que haya rechazo de un órgano transplantado (cuando se llegue a esa meta), ya que el órgano provendrá del propio paciente a través de la extracción de sus células.

El otro tipo de células madre son las embrionarias, células que se encuentran en la masa celular interna de un embrión en las dos primeras semanas (7-14 días). La importancia de esta células embrionarias radica en su carácter pluripotencial, es decir, tienen la posibilidad de convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo, por lo que podrían aplicarse al organismo humano para crear o regenerar todos los órganos o tejidos. En este caso, mediante la intervención en laboratorio se podrían «fabricar» órganos para transplantes o producir las sustancias corporales a regenerar. Pero el uso de los embriones para esta investigación implica su destrucción. Con órganos desarrollados a partir de esta células sí cabe la posibilidad de rechazo del órgano, ya que no provienen de las propias células del paciente y éste debería recibir un tratamiento inmunodepresor para evitar el rechazo. Esto es así, según ha explicado el doctor Adolfo Toledano, Patrono de la Fundación Alzhemier España e investigador Científico del Instituto Ramón y Cajal (CSIC), porque «nuestro organismo tiene unos sistemas de defensa que destruyen cualquier célula que no es reconocida como propia y, por tanto, desde el primer momento lucha por eliminar lo que se transplanta o implanta».

Los embriones utilizados para investigación no proceden de donaciones explícitas, sino de clínicas de fecundación in vitro en las que su destino es incierto. En España se calcula que existen unos 40.000 embriones congelados, sobrantes de los procesos de fecundación in vitro. Se trata de embriones con más de cinco años de crioconservación, cuyo destino es la destrucción, la investigación o la posible adopción por parte de otros padres. Es precisamente este origen embrionario el que provoca las diferencias ante su posible utilización para investigar.

Postura de los colectivos de enfermos

Rafael Sánchez es el presidente de la Federación de Diabéticos de España. En su opinión el debate sobre la posibilidad o no de investigar con células madre embrionarias no debería darse. Por el contrario, desde su asociación se ha expresado un apoyo firme «a toda investigación y a todas las posibilidades que se tengan para facilitar la curación. Apoyamos la investigación con células madre embrionarias, pero también con células adultas. Se trata, finalmente, de ofrecer soluciones para los enfermos y que se abran todas las posibilidades de investigación».

Tal es el convencimiento de este grupo, que el pasado mes de octubre presentaron 1.330.000 firmas al Defensor del Pueblo solicitándole su intermediación para permitir la investigación en España con los cerca de 40.000 embriones congelados, procedentes de procesos de reproducción asistida y «con más de 5 años de crioconservación, previo consentimiento informado, con un desarrollo inferior a 14 días y con estricto control de las Administración». Según el documento presentado al Defensor del Pueblo «esta medida ha sido recomendada por la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida».

Sin embargo, no todas las asociaciones de enfermos mantienen una misma posición y dentro de la misma federación, se dan posturas diferentes. Este es el caso de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer. La portavoz de la asociación en Madrid ha confirmado a CONSUMER EROSKI que desde esta entidad «se apoya cualquier tipo de investigación que logre una mejora en la calidad de vida o en el retraso de la enfermedad».

Mª Jesús Moraleda ha explicado que en el caso del Alzheimer, enfermedad asociada al envejecimiento, es importante la obtención de resultados dada la situación de la población en Europa. En su opinión «ningún Estado está preparado para la avalancha de enfermos dependientes que el envejecimiento de la población arrojará en las próximas décadas». De ahí su convencimiento de que «se necesita toda clase de medios de investigación». No obstante, desde esta asociación madrileña se ha expresado un sentimiento de comprensión hacia la postura del actual gobierno, cuya ley prohíbe el uso de embriones congelados para fines científicos. Moraleda considera que el gobierno ha mantenido una posición «muy cauta».

La portavoz de esta asociación también se muestra segura y cree que «a largo plazo se modificará la ley». Pero esta opinión no es unitaria. La Confederación de Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer no tiene postura oficial, ya que en su seno recoge las opiniones de todas las familias, cada una con su opinión y posicionamiento diferente. Fuentes de la Confederación han declarado que esta asociación no quiere entrar en ese debate, con todo su componente ético. Consideran que «no existe suficiente información hacia los enfermos y la sociedad en general como para saber qué se debe hacer, ni para formarse una opinión». En cualquier caso, en esta asociación también quieren matizar las informaciones sensacionalistas ya que «se crean falsas expectativas entre los enfermos y sus familiares, pues quedan muchos años para que los avances procedentes de estas investigaciones lleguen a la población»

Postura de los científicos

En cuanto a la comunidad científica, las posturas son también diferentes. Los especialistas que abogan por el uso de embriones consideran que su uso sería de gran utilidad. Los 40.000 embriones que ya no pueden ser usados para ningún tratamiento de reproducción asistida ofrecerían a los investigadores material suficiente para conocer las posibilidades de estas células. A favor de su uso alzó la voz el director del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Bernat Soria. Este catedrático de Fisiología quiso utilizar embriones humanos para comprobar los resultados de sus investigaciones sobre la diabetes, ya probadas en ratones. Sin embargo, la ley española lo prohíbe y el investigador valenciano ha decidido marcharse fuera de España con su proyecto de investigación.

Otras voces también se han manifestado a favor del uso de células madre embrionarias, como la Federación Internacional de Sociedades de Fertilidad (IFFS), que a través de un documento de este mismo año aprueba la investigación a partir de células madre embrionarias humanas. «La IFFS recomienda el empleo para este fin de los embriones sobrantes de los tratamientos de fecundación in vitro (FIV)». Esta entidad internacional también considera que «cuando existan técnicas alternativas, como el uso de células madre de adulto, debieran ser consideradas antes de recurrir a tejidos embrionarios». Al mismo tiempo en el manifiesto de la IFFS se exige la necesidad de cumplir reglamentaciones nacionales «cuando existan y deben ser sometidas a aprobación ética y consentimiento de los pacientes».

En contra de este uso embrionario y defendiendo la línea de investigación con células madre adultas encontramos también numerosas voces. El doctor Toledano señala que «no existen diferencias entre «clonación» para la obtención de individuos y la «clonación terapéutica», por lo que se opone a esta posibilidad, y por tanto al uso de embriones humano. Según este investigador, así como Justo Aznar, Jefe del Departamento de Biopatología Clínica del Hospital La Fe de Valencia y presidente de la Fundación ProVida, «se han logrado obtener células adultas específicas de distintos tejidos (piel, músculo, riñón, glándulas) a partir de células de la piel y de otros órganos».

Para el doctor Toledano «deben primarse y financiarse las investigaciones en este sentido y huir del sensacionalismo». Para los investigadores que defienden esta línea de trabajo, las ventajas de las células madre adultas se centran en la ausencia de problemas éticos, ya que se obtienen del paciente al que se va a tratar. Además, por ese mismo motivo, no provocan rechazo en el enfermo. Ambos investigadores han coincidido en que recientes trabajos demuestran las amplias posibilidades de las células madre adultas. Justo Aznar recoge en un documento sobre las Alternativas a la utilización de células madre embrionarias recientes investigaciones que demuestran cómo «las células madre de algunos órganos adultos han mostrado más plasticidad de la que en un principio se creía», por lo que su uso puede ser mucho más amplio.

Alternativas

En estos momentos los investigadores han probado la partenogénesis. Este impronunciable vocablo define el proceso por el que se consigue desarrollar un óvulo hasta que se forma un preembrión pero sin el aporte genético de un espermatozoide. Estos embriones nunca podrían desarrollarse en fetos viables (no contienen la carga genética de un espermatozoide), por lo que su manipulación no provoca rechazo moral. Pero resulta muy dificultoso técnicamente, sólo se ha probado en ratones y primates no humanos, y al desarrollarse sólo a través de ovocitos, únicamente serían útiles para pacientes del sexo femenino.

Otra vía de investigación la proporciona la misma Ley de Reproducción Asistida. Esta norma prohibe el uso de embriones humanos para fines terapéuticos, pero sí se puede investigar con ellos cuando no sean viables, es decir, cuando se trata de embriones que jamás se desarrollarían por diferentes motivos.

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