Aumenta el número de consultas médicas a causa de la moda de los tacones altos

Los actuales zapatos de aguja combinados con punta estrecha son los más dañinos, según los especialistas
Por EROSKI Consumer 3 de mayo de 2002

Los zapatos de tacón alto y punta estrecha han vuelto a ponerse de moda. Actualmente, la venta de este calzado ha aumentado a la par que las consultas médicas para tratar las sorpresas que deparan estos zapatos: deformaciones, dedos en garra y callosidades de todo tipo. Además, el estilo que predomina, una vuelta a los años 50 con tacones de aguja y punteras afiladas, es el más dañino, según los médicos, y no sólo para los pies.

Dolores de espalda, de rodillas, musculares, agravamiento de las varices e, incluso, de la celulitis son algunas de las patologías que favorece el uso continuado de este calzado. ‘El número de consultas aumenta notablemente en cuanto vuelve la moda del tacón, y tenemos que luchar mucho con nuestras pacientes’, asegura Alfredo Velasco, especialista en angiología y cirugía vascular del Hospital de Basurto. No es el único. El podólogo José Luis Díaz confirma que las modas ‘hacen mucho daño. Hace poco se llevaban zapatos más bajos con puntas cuadradas y no daban tantos problemas. Los tacones altos producen dolores que pueden cambiarte el carácter’.

Un estudio reciente del Hospital del Mar de Barcelona desveló que el 80% de las personas que acuden al médico con daños en la parte delantera del pie son mujeres, debido a la conjunción de tacones demasiado altos y puntas estrechas. ‘Al ir aumentando la altura que hay entre el talón y el suelo, el peso de todo el cuerpo se va trasladando hacia la parte delantera de los pies. Si encima apretamos esa zona en una superficie estrecha, los problemas se agudizan’, explica José Luis Díaz.

Enumera los daños a los que ha de enfrentarse en su consulta: inflamación de las articulaciones del antepié, con su consiguiente dolor, hinchazón de la almohadilla bajo el dedo gordo, agravamiento de los juanetes, neuralgias en la planta y en los dedos, callos, uñas encarnadas, dedos en garra al comprimirlos en una punta tan estrecha… Tampoco hay que desdeñar la mayor posibilidad de sufrir un esguince de tobillo por la pérdida de estabilidad. El traumatólogo Juan Daniel Tovío habla también de lumbalgias, dolor de rodillas y del tendón de Aquiles… ‘Cuanto más alto es el tacón, más correcciones debe hacer el cuerpo. La curva del talón se hace mucho mayor y el cuerpo debe oponerse con contracurvas, con lo que los gemelos y la columna sufren bastante. En la parte lumbar, la lordosis, la curva de la zona baja de la espalda, crece. Y si es excesiva, empiezan los problemas de desgaste y de hernias discales, pero se trata de un efecto a largo plazo. Las mujeres mayores no aceptan que los dolores que ahora tienen se deban a los tacones que calzan desde jóvenes’.

Ojo con la diabetes

El aparato circulatorio también sufre. Alfredo Velasco se preocupa sobre todo por las personas que padecen diabetes. ‘Peligra incluso la vida del paciente. Mucha gente se puede dar cuenta de que es diabética porque aparece gangrena en el pie al llevar tacones. El apoyo sobre los dedos es excesivo. Fíjate que para evitar roces se les aconseja que metan antes la mano en el zapato, porque, al tener el pie insensible, si hay algo, por pequeño que sea, y se hacen una rozadura por la presión excesiva del tacón, puede surgir una herida que no cura y degenera en gangrena’.

En un plano más leve, Velasco alerta sobre el agravamiento del cuadro de varices en las personas propensas a sufrirlas. «Tenemos una almohadilla plantar, un tejido esponjoso que almacena sangre y la bombea al andar. Con tacones altos sólo se utiliza la parte delantera, disminuye la circulación y aparecen los edemas y el dolor». También surgen pequeñas arañas vasculares que pueden ser sólo un problema estético, pero también reflejo de algo más grave.

‘Tengo toneladas de consultas por este motivo y a muchas mujeres las aconsejo que dejen de usar tacones’, explica Velasco. En cuanto a la celulitis, los zapatos altos contribuyen a agravarla: por la incomodidad que causan se camina menos y aumenta la piel de naranja. Para evitar estos problemas, los médicos aconsejan plataformas que no superen los 4 centímetros y dejar los taconazos para ocasiones especiales. Aunque saben que esta sugerencia cae casi siempre en saco roto: ‘Algunas me hacen caso y dejan de usar tacón hasta que se les cura el daño. Luego vuelven a llevarlos. Y vuelta al podólogo’.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube