La instalación de un total de nueve aparatos de reanimación en diferentes puntos de la localidad convertirá al municipio gerundense de Banyoles en la primera ciudad «cardio-protegida» de España. Estos aparatos permitirán actuar con la máxima rapidez en el supuesto de que una persona sufra un ataque de corazón.
Banyoles tiene en la actualidad cuatro desfibriladores repartidos por diferentes puntos de la ciudad que sirven para atender con carácter de urgencia a aquellas personas que sufran un ataque al corazón, si bien ahora está previsto que se adquieran cinco aparatos más. El Ayuntamiento de Banyoles y la Sociedad Española de Cardiología firmaron ayer el convenio según el cual en los próximos meses la ciudad tendrá siete desfibriladores fijos y dos móviles.
Pionero en España, este proyecto consiste en la instalación estratégica de estos aparatos con el objetivo de ofrecer a los ciudadanos de Banyoles un servicio de prevención para situaciones de parada cardiaca. El Ayuntamiento, con el apoyo del impulsor del proyecto, el especialista de la localidad y director del Instituto Clínico del Tórax, el doctor Josep Brugada, se han marcado como uno de los objetivos ser la primera ciudad española «cardio-protegida».
«El objetivo final es que pueda ser toda la ciudad un espacio cardio-protegido, esto quiere decir tener un acceso rápido y fácil a estos elementos de desfibrilación, que en momentos de parada cardiaca puedan salvar o hacer el primer paso para salvar una vida», aseguró Brugada.