Cada año se operan en España más de mil españoles por la enfermedad tiroidea ocular

Se trata de un trastorno provocado por un fallo en el sistema inmunológico que desplaza los globos oculares
Por EROSKI Consumer 21 de febrero de 2005

Los responsables de la unidad de Órbita y Oculoplástica del hospital vizcaíno de Cruces aseguran que más de mil españoles tienen que ser intervenidos quirúrgicamente cada año porque «se les salen los ojos de las órbitas».

En el marco de una jornada científica sobre las enfermedades de la órbita han explicado que la enfermedad tiroidea ocular es un trastorno muy deformante, provocado por un fallo en el sistema inmunológico que llega a desplazar los globos oculares hasta un centímetro y medio hacia el exterior.

La enfermedad, que mayoritariamente afecta a mujeres (en siete de cada ocho casos), se produce por desajustes de la glándula tiroidea, localizada en el cuello y responsable de la producción de una hormona que regula el metabolismo.

Quienes acusan esta dolencia tienen síntomas como fatiga, un sudor excesivo, pérdida de peso, en ocasiones taquicardias y problemas oculares de distinto signo. En un primer momento se puede notar por la aparición de dificultades para la visión, aunque el síntoma más frecuente una vez desarrollada la enfermedad es que los ojos comienzan a hacerse cada vez más saltones y de hecho llegan a salirse hasta 15 milímetros de su órbita.

Todo ello provoca que el parpadeo se dificulte y el globo ocular sufra también problemas de sequedad. El ojo se sale de su sitio porque los tejidos que lo envuelven se desarrollan sin control. La gravedad de la patología depende de cada paciente y del momento en que se detecte el problema, pero unas veces afecta a un solo ojo y otras, a los dos.

La salida de la órbita se produce por el estiramiento del nervio óptico que puede llegar a dañarse y llevar a la pérdida de la visión. La córnea, además, suele ulcerarse por la falta de oxigenación en ojo.

Causas

Según el oftalmólogo responsable de la unidad de Órbita y Oculoplástica del hospital de Cruces, Roberto Fernández Hermida, a pesar de que las causas que originan este desajuste no están muy claras, se sabe que proceden de un desorden del sistema de defensas del organismo.

Además varias investigaciones han demostrado también que existe una relación directa entre la enfermedad y el tabaquismo, hasta el punto de que la mayoría de las pacientes son fumadoras. «Aunque no es el único factor, hoy se sabe que el tabaco desencadena la enfermedad y contribuye a su desarrollo», comenta.

Diagnóstico

En los casos en los que la enfermedad se coge a tiempo, una medicación suministrada por vía intravenosa durante 16 semanas bastará para frenarla. En ocasiones, cada vez menos, se recurre a la aplicación de varias sesiones de radioterapia. La mayoría, muchas veces por un diagnóstico tardío, acaban en el quirófano.

Hermida ha explicado que «es fácil diagnosticar que se tiene algo en la órbita ocular, pero saber con exactitud cuál es el problema resulta más complejo». La órbita ocular es la zona que se extiende por toda la parte alta de la cara, no sólo las cavidades donde se alojan los ojos, sino también su entorno.

Operación

En cuanto a la operación, consiste en la apertura del hueso y la extracción de tejidos blandos para volver a colocar el ojo en su sitio. Según Hermida la órbita es como una habitación donde está metido el ojo. A sus pacientes suele explicarles, según sus propias palabras, que lo que ocurre que es que tienen tantos muebles que no caben.

Para realizar esta intervención se requieren conocimientos muy precisos de anatomía humana, de forma que se eviten daños en órganos próximos y sanos. El abordaje de la enfermedad también requiere, además de una enfermería entrenada, la participación de especialistas de otros ámbitos hospitalarios, como Endocrinología, Cirugía Maxilofacial y Pediatría.

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