China prohíbe los abortos selectivos en función del sexo

Pretende acabar con la práctica "de dar preferencia a los bebés varones"
Por EROSKI Consumer 23 de marzo de 2003

China ha prohibido los abortos selectivos en función del sexo del bebé para evitar que siga descendiendo el número de nacimientos de niñas, según informó ayer el Ejecutivo chino a través de una nota oficial. Con esta nueva regulación, elaborada por la Comisión de Planificación Familiar y el Ministerio de Salud, se intentará «acabar con la discriminatoria práctica, más frecuente en las zonas rurales que en las grandes ciudades, de dar preferencia a los bebés de sexo masculino», explicó uno de los responsables.

La normativa recoge que «a partir de ahora, tras determinar el sexo del feto, únicamente se podrá practicar un aborto por razones médicas. Además, sólo se podrán realizar ecografías para conocer si es niño o niña en hospitales y clínicas autorizadas por el Gobierno central». De la misma forma, se endurecen las medidas de control en torno a los abortos. Las autoridades exigen, antes de practicar una interrupción del embarazo, la presentación de un certificado con el correspondiente diagnóstico sobre el peligro que corre la salud de la madre si se sigue con la gestación; además de «verificar cuidadosamente la identidad de la mujer en el momento del aborto».

La «política del hijo único» se practica en China desde finales de los años 70, aunque no fue oficialmente una ley hasta el pasado año. En el campo, donde el descenso del nacimiento de niñas es mayor, muchas familias suelen ahorrar durante meses para pagar una ecografía y «si se trata de una niña, la mujer suele someterse a un aborto».

La ley del segundo hijo indica que las familias campesinas pueden tener un segundo vástago si el primero es una niña, pero no se permite un tercer nacimiento bajo ningún concepto. Por eso, en los segundos embarazos es cuando suele producirse el mayor número de abortos selectivos.

El 95% de los niños que viven en los orfanatos chinos son niñas, en su mayoría segundas hijas de matrimonios campesinos. Aunque las cifras no son oficiales, las organizaciones defensoras de los derechos humanos afirman que alrededor de cien millones de niñas han quedado desamparadas en China desde los años setenta.

La «política del hijo único» busca detener el crecimiento demográfico del país más poblado del mundo, con la meta de lograr que la población china deje de crecer en el año 2050 y se estanque en 1.600 millones de personas.

Al mismo tiempo, la Policía china descubría ayer el último caso de abandono al encontrar en un autobús a 28 bebés de menos de tres meses (todas niñas), que habían sido escondidos en maletas por traficantes que «pretendían venderlos a parejas sin hijos».

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