Tres científicos catalanes han participado en un estudio internacional que ha permitido, por primera vez, lograr la secuencia y analizar el 95% del genoma del ratón y establecer una comparación con el genoma humano, lo que supondrá avances en el diagnóstico y tratamiento de varias enfermedades.
Roderic Guigó, Josep F. Abril y Genís Parra, integrantes del grupo Investigación en Informática Biomédica de Barcelona, presentaron ayer los resultados de este trabajo que han llevado a cabo junto a 150 científicos de 12 países.
Los tres investigadores catalanes, cuyo grupo está vinculado al Instituto Municipal de Investigación Biomédica, la Universidad Pompeu Fabra y el Centro de Regulación Genómica, integran una de las unidades que ha liderado la investigación, con el desarrollo de métodos informáticos para realizar el análisis comparativo del genoma humano y del ratón.
Este estudio científico, en el que han participado una cuarentena de centros de investigación, ha permitido mostrar 9.000 genes nuevos del ratón e identificar otros 1.200 del hombre. Según explicó en conferencia de prensa Roderic Guigó, director del laboratorio del Grupo de Investigación de Informática Biomédica, tanto el hombre como el ratón poseen unos 30.000 genes, de los cuales el 99% son muy similares, mientras que el 1% restantes contienen las especificidades que les hacen distintos.
Identificación de genes
Los científicos aseguran que el gran parecido genético entre ambas especies acelerará la identificación de los genes implicados en el hombre en enfermedades hoy incurables y permitirá probar en ratones terapias que luego se trasladarán a los humanos. Los expertos podrán ahora comparar dos libros diferentes, pero escritos en la misma lengua -las «letras químicas» A, C, G y T -, y buscar los fragmentos similares y las palabras con significado -los genes- que existan en el otro.
La identificación de genes es el primer paso. El segundo consistirá en averiguar, mediante la experimentación en ratones, para qué sirve cada gen cuya función se desconozca. Y el tercero será la creación de estirpes de ratones modificados genéticamente para desarrollar enfermedades humanas y posibilitar así el desarrollo de nuevos tratamientos contra males como el cáncer, el Alzheimer, el sida, la malaria, la diabetes, la esquizofrenia, las patologías cardiacas, etcétera.