Científicos de EE.UU. consiguen combatir la metástasis del melanoma con el virus del sida

Modificaron genéticamente el VIH para que encontrara y se uniera a elementos específicos de las células cancerígenas
Por EROSKI Consumer 14 de febrero de 2005

Científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (EE.UU.) han empleado con éxito el virus causante del sida, el VIH, para combatir la metástasis del melanoma en ratones vivos a través de la modificación genética del virus.

Según publica la edición digital de la revista «Nature Medicine», los investigadores californianos modificaron genéticamente el VIH para que encontrara y se uniera a elementos específicos de las células cancerígenas de metástasis de melanoma en un ratón vivo. Para ello, añadieron una proteína fosforescente en el virus con el fin de seguir su recorrido por el cuerpo del animal.

Los expertos emplearon dos fases para transformar el VIH en un agente para localizar el cáncer, primero usaron una versión del virus de la que se habían eliminado las partes que causaban el sida, lo que permitía al mismo infectar las células y extenderse por todo el cuerpo sin provocar la enfermedad. «El virus del sida desarmado actúa como un caballo de Troya para transportar agentes terapéuticos dirigidos a partes del cuerpo como los pulmones, donde a menudo se extienden los tumores», explica Irvin S.Y. Chen, uno de los autores de este trabajo.

En segundo lugar, los científicos transformaron la apariencia del VIH en la del virus Sindbis, que normalmente infecta a insectos y pájaros. A través de este cambio reprogramaron el virus del sida, que suele infectar a las células T, para que encontrara y se uniera a las glicoproteínas P, unas moléculas localizadas en la superficie de muchas células tumorales.

Según los expertos, las glicoproteínas P causan grandes problemas, convirtiendo a la célula en resistente a la quimioterapia, ya que actúan como porteros de fútbol y envían los fármacos terapéuticos fuera de la célula cancerosa. Esto evita que la droga ejerza su función y permite al tumor continuar creciendo sin obstáculos.

Para seguir el recorrido del virus, los investigadores añadieron al VIH luciferasa, una proteína fosforescente. Luego inyectaron el agente patógeno vía intravenosa en la cola del ratón y utilizaron una cámara óptica especial para observar el movimiento del virus. Cuando los investigadores mantuvieron al ratón bajo la cámara, la luciferasa iluminó las células cancerígenas, que resplandecían a través de los huesos, músculos y pelaje del animal. El método es no invasivo y no causa dolor o daño.

Los científicos señalan que esta técnica debe ser mejorada para conseguir una mayor seguridad y especificidad antes de utilizarse en pruebas de terapia génica en humanos.

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